Desde hace miles de años las sopas han servido como instrumento gastronómico para hacer al cuerpo entrar en calor. Solo hay que echar un vistazo a los recetarios de los países que se acercan a los polos, y que cuentan con unos preciosos y gélidos inviernos, cuya gastronomía tradicional suele estar plagada de un sinfín de caldos y recetas de cuchara entre las que destacan las sopas.