Si Cuenca ya merece de por sí una visita, su comida suma más motivos para recorrer sus empinadas calles de piedra, arte, paisajes e historia. Las célebres Casas Colgadas que le han conseguido su fama son la excusa perfecta para que los visitantes se sorprendan también con sus sabores.
El Museo de Arte Abstracto Español o las espectaculares vidrieras contemporáneas de su Catedral son imperativo, pero el recuerdo de su visita se vuelve mucho mejor si se almacena con el de su alta cocina y la calidad de su producto. La gastronomía castellano-manchega y conquense brilla en sus restaurantes a través de morteruelos, ajoarrieros, pistos, truchas y quesos, pero también trae aires renovados a una cocina de secano con entidad propia. A ello le suma en este 2023 un aliciente: ser capital gastronómica de España. Un galardón que se comprende y se degusta mejor en estos restaurantes.