La cocina de un lugar explica la historia del mismo en base a su ubicación geográfica, culpable también de los pueblos más bonitos de Cantabria y a la evolución que determinados productos y platos han tenido en el tiempo. A lo largo del tiempo, la costa y la montaña han sido los principales sustentos de la población cántabra. Solo hay que analizar sus productos, sin olvidar la repostería, que se ha ido nutriendo de los elementos gastronómicos que le son propios: leche, mantequilla, huevos, miel y harina.