REÍR ANTES DE COMER

Diez planes muy gastro con niños por Cataluña

Pescar, recolectar, catar... ideas que harán las delicias (nunca mejor dicho) de pequeños y grandes.

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Orien-tast entre viñedos

Una cata de vinos con niños puede parecer una misión imposible pero hay un lugar que ha dado con la fórmula perfecta: Orien-tast. Mientras los mayores disfrutan del vino y el paisaje de los viñedos, los más peques se divierten buscando botellas escondidas como si de un tesoro se tratara. Hay tres rutas a elegir según el tipo de viña: Sumoll, Syrah, y Xarel.lo. Todas circulares y sin ninguna dificultad. La actividad consiste en encontrar tres “escondites” con botellas de vino a través de una aplicación que hay que bajarse previamente. En el punto de encuentro se proporciona una mochila con todo lo necesario y empieza la aventura pero no va ser tan fácil. Cada botella lleva un código que se debe introducir en la app y responder preguntas sobre el vino que se está catando. Los peques probarán mosto y encontrarán alguna sorpresa más. Al final de la ruta se obtienen los resultados de las capacidades sensoriales: novel, promesa, sibarita y somelier. Todo un reto!

D.R.

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Vivir la pasión por el chocolate

La experiencia Simón Coll con los cinco sentidos merece ser vivida. Se empieza con un magnífico espacio audiovisual de 180º con pantallas panorámicas que transportará al visitante a una plantación tropical de cacao donde se conoce el proceso de transformación desde la materia prima hasta el producto final y también su historia desde que llegó desde las Américas. A continuación se pone en marcha el  antiguo obrador y casi por arte de magia a través de un montaje visual las máquinas cobran vida y logran una maravillosa evocación de cómo se fabricaba el chocolate hace más de 100 años. Y como si de una máquina del tiempo se tratara, se visualiza la línea de producción actual a través de una ventana donde veremos la elaboración de los bombones, una de las especialidades de Simón Coll. Y por último, el momento más esperado: probar el chocolate. Pero no es una degustación cualquiera, se enseña a degustarlo de manera óptima. Una sensación que solo se vive en el Espai Xocolata Simón Coll.

D.R.

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Degustar quesos de cabra artesanos y desconectar

Existe un oasis a menos de una hora de Barcelona. Se trata de una masía del siglo XVI convertida en hotel con nombre de flor La Frasera. Es el lugar ideal para desconectar de la ciudad, es un refugio con vistas increíbles a la montaña de Montserrat y con muchas actividades al aire libre. Perfecto para toda la familia y para todo el mundo. La tienda y quesería La Frasera se encuentra en la entrada de la finca regentado por Jordi que convirtió su gran pasión en su profesión desde hace muy poco y no le ha ido nada mal ya que ha ganado varios premios. Resulta muy inspirador cuando explica con gran entusiasmo el proceso de elaboración de requesón, quesos madurados afinados con ceniza y con hierbas. 

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Pescadores por un día

Los niños o adolescentes con alma marinera están de suerte ya que Pescaturisme organiza un sinfín de actividades relacionadas con el turismo de pesca. Las más destacadas son las visitas guiadas al muelle por distintas embarcaciones desde las más antiguas de madera hasta las más recientes de fibra. También se accede a un barco con explicaciones sobre su maquinaria, herramientas de trabajo, redes, cubierta, etc. Otra alternativa es visitar las instalaciones del puerto pesquero de la Barceloneta con su emblemático Torre del Reloj, la fábrica de hielo, o ver en directo actividades reales como es la reparación de redes o la venta de los productos recién capturados en la lonja. Pero para sentirse un pescador de verdad existe la posibilidad de vivir una salida profesional en que se experimenta las mismas condiciones y situaciones que los trabajadores del mar. La única pega es que solo pueden participar los mayores de 16 años. Todas estas actividades se realizan a través de OAPC (Organización de Armadores de Pesca de Catalunya).

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Una visita muy 'mona'

La fábrica del famoso anís el mono tiene la singularidad de estar a primera línea de mar y que sigue en funcionamiento desde hace más de 130 años. En la visita guiada se desvelan muchos secretos, y no solo de la producción o de su etiqueta, también del porque se llama “El Mono” y cómo el diseño de su característica botella se inspiró en un frasco de perfume. Al finalizar la actividad es casi obligatorio posar toda la familia en la icónica escultura de simio que es la réplica del personaje que aparece en la mítica etiqueta de la botella que recuerda a Darwin. Esta escultura se encuentra en el Pont del Petroli junto al magnífico paseo martítimo de Badalona y sus playas.

D.R.

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El tren de los arrozales

La visita al precioso pueblo medieval de Pals en la província de Girona se completa del todo si se recorre sus alrededores y conocemos su producto gastronómico estrella: el arroz. Desde el casco antiguo de Pals sale el tren turístico Xiulet de Pals (silbido de Pals) que entre humedales y granjas típicas del Baix Empordà os contarán por megafonía interesantísimas explicaciones sobre el entorno y el cultivo del arroz con el espectacular castillo de Montgrí de fondo. Se realiza una parada en el Molí de Pals donde se conoce su historia de mediados del siglo XV, el proceso del blanqueo del arroz, también explicaciones curiosas como que fue fábrica de electricidad a principios del siglo XX. Todo ello acompañado de una degustación de cerveza de arroz del propio molino.

D.R.

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Un monasterio innovador y sabroso

Sorprender a los miembros de la familia con la visita “Descubrimos el monasterio en familia” en Món Sant Benet es muy fácil. Se vestirán de monjes y un guía les contará cómo era su día a día en la época medieval. Recorrerán todas las estancias con mucha tecnología e imágenes en 3D que los niños van a alucinar. Muy recomendable para los amantes del modernismo no desaprovechar la visita “Un día en la vida de Ramon Casas”, que evoca el verano de 1924 en que el famoso pintor catalán y su familia convirtieron parte del monasterio en residencia de verano.

Món Sant Benet es mucho más que cultura, es también un complejo turístico y de ocio que cuenta con un hotel, tres restaurantes, y la Fundación Alicia. Es un centro de investigación internacional gastronómico y de promoción de los buenos hábitos alimentarios. Y es en este espacio donde se encuentra un sinfín de talleres gastronómicos para niños desde cocina medieval, de temporada, cómo preparar bocatas sanos, repostería, etc. También se puede visitar su huerto y cocinar lo que se acaba de recolectar. Es el lugar idóneo para que los niños se conviertan en grandes chefs o nutricionistas.

D.R.

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Mucho más que una fábrica de yogures

La Fageda es una fábrica de yogures muy especial por muchas razones. Es el resultado de la iniciativa de un psicólogo que tratando con personas con transtornos mentales en un hospital psiquiátrico consideró que estarían mejor trabajando que encerrados en un centro. Esta idea en los años 80 resultaba del todo descabellada. No fueron unos inicios fáciles.

Hoy en día es un gran referente de empresa con misión social que mejora las vidas de colectivos con riesgo de exclusión, y hasta se estudia en las universidades. En la visita guiada se explica este maravilloso proyecto, entre muchas cosas. También  se aprende el proceso de cómo fabrican los yogures y derivados y también mermeladas y se puede conocer de primer mano cuál es el secreto del cuidado de las vacas: escuchan música clásica de Bach, Haendel o Vivaldi con la finalidad de que produzcan leche de mejor calidad. Otra razón para visitar La Fageda es su espectacular entorno repleto de hayas, calderas volcánicas y riachuelos. De ahí que merezca la pena la visita “Fageda en ruta” que permite explorar en familia el frondoso bosque con un guía experto que contará secretos de la fauna, la flora etc. que incluye pícnic y la visita de la granja.

D.R.

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Peces, pájaros y cava

La experiencia en Segura Viudas comienza con un auténtico desayuno de payés donde reinan los embutidos de alta calidad y el pan con tomate junto con otros productos típicos catalanes. Siempre maridados con vinos de la región y por supuesto no puede faltar el cavas, para los niños mosto.Ya bien saciados, tocará hacer un poco de ejercicio que no va a ir nada mal. Hay varias opciones a elegir dependiendo de la estación del año. Una de ellas es la visita “Un paseo por el río” que consiste en remontar el río Bitlles con un calzado adecuado ya que el agua puede llegar hasta las rodillas mientras un guía experto muestra la biodiversidad del ecosistema. Otra opción es “Los pájaros del cava” en que se recorre la finca con la finalidad de observar las aves que habitan entre los viñedos con prismáticos. Y todas ellas finalizan con una cata en la bodega para que los padres y acompañantes descubran a qué sabe este entorno. 

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De mejillones y mejilloneras

Visitar las bateas en la bahía dels Alfacs, en San Carles de la Rápita, es una propuesta muy original. Rodeados de mar y cientos de estructuras de madera se explica cómo el agua dulce del río Ebro y el agua salada del Mediterráneo se fusionan para que las ostras y los mejillones tengan un sabor y una textura diferente y característico. Para dar fe de ello se sacan las ostras directamente del mar y se sirven acompañadas de una copa de cava, vino de la Terra Alta o agua para los más pequeños. Los mejillones se sirven preparados al vapor. Para llegar aquí, se puede hacer bien en golondrina o también se puede alquilar una barca.

Hoy en día, con el trabajo y el ritmo acelerado de vida cuesta encontrar momentos de calidad para disfrutar en familia. Este espacio en que padres e hijos puedan compartir una actividad es de vital importancia para todos, grandes y pequeños, ya que refuerza vínculos y hace que los niños sean más felices y se sientan más queridos e importantes. Por eso, ¿qué mejor que disfrutar de estos momentos entorno a una buena mesa o a un buen producto? Con estas variadas actividades. todos los miembros podrán pasar el día mientras aprenden secretos relacionados con la alimentación de forma divertida. Y, quién sabe, quizás acaben siendo (todos) unos grandes chefs.