Orejas de carnaval
Durante el carnaval de Galicia uno de los postres estrella son las orejas, también conocidas como orellasde Entroido, la celebración pagana que servía para despedir los fríos días de invierno y dar paso a la primavera. Su nombre hace referencia, no solo a la festividad, si no también a laparticular forma que tiene su masa, similar a la oreja de un cerdo. Y es que es precisamente en esta época, a raíz de las celebraciones cristianas, cuando se despedía el consumo de carne antes de la abstinencia de Cuaresma creando réplicas de esos alimentos que no se podían consumir.

Orejas de carnaval © iStock
Rosquillas
Si bien las rosquillas es un dulce que se consume en muchas zonas y pueblos de España, también es típico su elaboración y consumo en carnaval. Su masa, similar a la de las orejas, se trabaja con forma de rosquilla para freírse en abundante aceite y cubrirse de azúcar. Toda una delicia desde el desayuno hasta el antojo de media noche.

Rosquillas © iStock
Filloas
El apunte del origen de este dulce tradicional gallego de carnaval se remonta, dicen algunos expertos, hasta los pueblos precristianos. Elaboradas a base de sangre, huevo y azúcar o miel, o en su versión más popular en la actualidad con harina, agua, caldo o leche, su origen pudiera venir de la palabra griega phyllon, que significa lámina. Consideradas las precursoras de los crepes franceses, las filloas se pueden rellenar de ingredientes tanto dulces como salados. De chocolate, nata, crema o castañas o rellenas de cualquier combinación salada, las filloas son un postre típico de Galicia que deleita a locales y forasteros.

Filloas © iStock
Flores
La forma de su masa, elaborada a base de harina, leche, huevo y azúcar, es la clave de un nombre que le viene dado por el molde de flor de hierro con el que se hacen los cortes de la mezcla. Su singular sabor, y el recuerdo que viene a la mente al probarlo, hace referencia a un ingrediente más, los cítricos de primavera con los que se aromatizan.

Flores de carnaval © iStock
Chulas de calabaza
Otro de los postres típicos del carnaval gallego son las chulas de calabaza, una especie de pequeños panqueques elaborados con esta cucurbitácea que se preparan especialmente en la provincia de Ourense, donde se celebran los conocidos carnavales de Xinzo, Verín y Laza, donde también se hornea la tradicional bica blanca -un bizcocho hecho únicamente de clara de huevo y nata que destaca por su esponjosidad y sabor-.

Chulas de calabaza © iStock
Bolla Larpeira
Conocida también como tarta Larpeira, este bollo dulce gallego llamativo por contener crema pastelera y estar emborrachado de un almíbar espeso, recuerda en el sabor de su masa al Roscón de Reyes. Además de ser consumido en la época de carnaval, la bolla Larpeira es típica también de la festividad de San Juan, el día que da comienzo el verano. Además, en ocasiones, se decora con guindas, dándole un punto de color y haciendo más llamativo su consumo.

Tarta Larpeira © iStock
CRespillos
Similares en elaboración a los buñuelos fritos, los crespillos tienen una base común de ingredientes: harina, huevos, azúcar, leche y un chorrito de anís o coñac. Como en todas las recetas tradicionales, “cada maestrillo tiene su librillo”, por lo que cada familia, pastelería, restaurante u obrador tiene una forma diferente de prepararlos variando las cantidades de la receta.

iStock
BANDULLO
Esta especie de pudin que se elabora durante el entroido, pero también en Pascua, utilizaba en sus orígenes los bandullos que le dan nombre, es decir, las tripas de animales, para realizarlo. Huevos, azúcar, pan y manteca son la base de la receta, que suele aprovechar las sobras de la navidad, como algunos frutos secos, para su relleno.