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La fábrica que congrega a los artesanos gastronómicos en Santiago de Chile

Una iniciativa que ha surgido en el emergente barrio Franklin de Santiago de Chile en donde la labor artesanal recupera la importancia de antaño.

Conocido por los persas y el comercio, y oculto entre históricas casas de una planta y antiguos galpones destinados a la industria, se encuentra un espacio que acoge a pequeños productores y emprendedores relacionados con la gastronomía, la cultura y el arte: Factoría Franklin.

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Barrio de oficios

Barrio Franklin © Lucía Díaz Madurga

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Barrio de oficios

Históricamente, el sector Franklin ha sido un lugar muy especial dentro de la ciudad de Santiago de Chile por su valor patrimonial y por la riqueza histórica que cuentan sus calles. A mediados del siglo XIX, la construcción del Matadero Municipal de Santiago de Chile en esta zona dio lugar a uno de los primeros barrios industriales de la capital.

Esta área se convirtió en el principal centro de trabajo, compra y venta de animales y en el principal polo comercial y de abastecimiento cárnico del sector sur de la capital. La creciente demanda dentro de la industria cárnica dio lugar a la necesidad de oficios, trabajadores artesanos que comenzaron a vivir y a generar comercios a su alrededor y a dar lugar un barrio de artesanos que hoy día vuelve a ponerse en valor a través de Factoría Franklin, de su Matadero y del Mercado Persa más importante de la ciudad.

Factoría Franklin

Factoría Franklin © Lucía Díaz Madurga

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Factoría Franklin

Cuando en 1960 el matadero cerró sus puertas, debido a la necesidad de un cambio de infraestructuras a causa del aumento del consumo, no sólo se cerró una etapa de este espacio productivo, sino que también comenzó el declive de toda una forma de vida y de una zona que giraba en torno a los oficios.

Esa vuelta a las raíces a través de la cultura de barrio y su patrimonio, es la que busca recuperar desde hace dos años Factoría Franklin, un lugar de creación a todos los niveles (gastronómico, cultural y artesanal) que apuesta por los oficios y el trabajo manual.

Chocolaterías, vermuterías, cafeterías, charcuterías, destilerías, galerías de arte, tiendas de ropa y joyería, sangucherías o cervecerías; en Factoría Franklin se pueden encontrar tiendas y comercios de todo tipo con la única diferencia de que todo lo que se vende en su interior está elaborado allí mismo. Encurtidos, embutidos, ginebras, chocolates, cervezas, vermuts o cuadros, todo se elabora en el interior de las paredes que conforman Factoría Franklin. Un espacio histórico desde el que diversos comercios han apostado a través de los oficios por revivir un sector, patrimonio de toda una ciudad, que han visto en esta zona la oportunidad de revivir no solo el legado y el patrimonio de un barrio si no una oportunidad laboral a través de la recuperación de los oficios.

Destilados Quintal

© Destilados Quintal

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Destilando en Franklin

El primer establecimiento que decidió asentarse en Factoría Franklin fue Destilados Quintal, una de las primeras destilerías de Chile en trabajar con botánicos nativos de recolección y de cultivo. El nacimiento de esta destilería urbana surgió con el boom del gin en el país y su trabajo ha abierto el camino a otros productores puesto que, no solo destilan su ginebra, sino que ayudan a otros pequeños emprendedores a destilar también sus bebidas.

La Fiambrería

© La Fiambrería

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Embutidos artesanos

En manos de los hermanos gemelos Somana está La Fiambrería, una tienda de charcutería 100% artesanal cuya producción y secado de embutidos se realiza en salas contiguas. Allí elaboran todos sus productos, los cocidos y los secos: pastrami, salchichas, coppa, chorizo, bacon, prosciutto, fuet, salami, mortadela, cabanossi, patés…. Todo es elaborado allí mismo, en sus instalaciones, y los clientes pueden asomarse a través de una ventana y ver cómo los realizan.

Colectivo Fermento

© Colectivo Fermento

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Bocados vivos

Desde 2013, el proyecto culinario de Colectivo Fermento investiga todos los oficios relacionados con el proceso de la fermentación. Este taller dedicado a los quesos artesanales ha terminado por transformarse en una organización cooperativa de productores que incluye artesanos y micro-agricultores de distintas regiones del país. Y es en Factoría Franklin donde ellas elaboran y afinan sus propios quesos junto a otros productos curados y encurtidos.

By María

© By María

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Encurtidos con mucho color

By María es una empresa familiar chilena que comenzó en el año 2012 con la única idea de crear y compartir pickles y salsas de alta calidad, con mucho sabor y de la forma mas sustentable posible. Así, han creado una línea de sabores únicos, que aportan a las elaboraciones no solo color, también sabor, texturas y sensaciones. Productos como su salsa siracha, su BBQ, su mostaza o su kétchup normal o picante; y entre los encurtidos para acompañar recetas destacan los ajís verdes, el mix de ajíes, la piña con cebolla y el ají con piña. Y, además de comprarlos se pueden probar en su barra de sánguches abierta todos los fines de semana.

Luther

© Luther

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Hora del vermut

Otra de las elaboraciones que se lleva a cabo en el interior de Factoría Franklin es el vermut Luther. Este aperitivo chileno elaborado con vino orgánico del país se prepara bajo una receta con más de 40 botánicos, hierbas y flores nativas de todo Chile que se han seleccionado cuidadosamente para crear el sabor característico de Luther.