El FRUTO DEL MEDITERRÁNEO
La ciudad alicantina tiene, sin duda, una gran vida alrededor del mar, algo que no solo se puede conocer en su Museo del Mar, ubicado en la antigua lonja, sino también de primera mano en los puestos de mercado o en su puerto. Dénia se convirtió en la primera ciudad de la Comunidad Valenciana en promover el pescaturismo, viendo cómo se faena y degustando los productos más frescos, del mismo modo que en localidades vecinas, como Jávea.
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La actual lonja de Dénia también puede visitarse. Ver llegar a los marineros con la pesca del día, observar qué ejemplares se capturan y cómo los descargan en las cajas, que van a parar a las cintas donde se subastarán. Una vez allí, desde una grada se puede descubrir cómo funciona una subasta, la oferta, la demanda y los precios, y cómo se compra el pescado que después acabará en las mesas de su gran despliegue de restaurantes.

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TAPEO CON NOMBRE DE CALLE
A pesar de que el tapeo se distribuye por toda la ciudad, ya sea por el puerto, la cercana plaza San Antonio o la calle Marqués de Campos, es la calle Loreto la más famosa y el epicentro de muchos paseos de terraza en terraza para degustar pequeños bocados de las delicias locales y disfrutar, a la vez del casco urbano de Dénia. Esta calle peatonal de 300 metros aglutina locales de toda la vida, como son Els Tomassets, una tasca con cocina de mercado y local, o Ca Pepa Teresa, con cuatro generaciones a sus espaldas y platos basados en la tradición.
Donde antes había un estanco ahora se erige la tasca Miguel Juan, con una amplia carta de delicias locales, que se disputa la atención con la bocatería DePepo o restaurantes como La Taberna Sevillana, con tapas típicas del sur. En esta amplia oferta gastronómica también tiene cabida cocinas como la vasca en el Txoco Bar, o una nota dulce en la heladería El Racó, con postres que ponen el colofón a una ruta de tapas.

La Escondida
Restaurantes donde comer en Dénia
El chef Bruno Ruiz tiene una cocina en la que demuestra todo su talento y su experiencia junto a grandes de la gastronomía española, como Martín Berasategui o los Hermanos Roca, pero también por crecer en una familia amante de la gastronomía. Fruto de su inquietud por este mundo nació La Escondida, un restaurante en el que fusiona la cocina asiática con la tradicional.
Gofre de patatas bravas, mejillones estilo thai con crema de coco y curry o saam de panceta a baja temperatura, hierbas y mojo picón. Estas son solo algunas de las delicias que Bruno prepara, a la que les añade también una carta de desayunos, con opciones ligeras y para todos los gustos.

Mena
MENA
Fundado en 1959 por Diego Mena Llorca y María Cuesta Llidó, este restaurante ya va por su tercera generación, recogiendo el legado de sus abuelos y sosteniendo su calidad en el tiempo para gusto de locales y visitantes. Familia y raíces es lo que se vende en los platos de Mena, entre los que se pueden encontrar tosta de erizo con queso fresco y vinagreta de mostaza y miel o el arroz de raya y ajos tiernos, pero también menús para todos los gustos.
Su barco, como suele llamarlo la familia, se sitúa en un acantilado, al final de Les Rotes, en el sur de Dénia, desde donde cada día el atardecer despide a los comensales mientras da la bienvenida a una velada donde el humilde pero delicioso festín está asegurado. Como decía su fundador, “sin duda donde mejor se come es en mi casa, y después en Mena”.

Restaurante Casa Federico
CASA FEDERICO
Este restaurante de Dénia no solo es especial por estar en la playa pero muy cerca del casco urbano, sino por su filosofía de cuidar al máximo el producto, el entorno y la tradición del lugar, con una gastronomía típica traída a este siglo, con verduras, pescados y mariscos frescos, locales, carnes de selección y gran calidad y postres caseros con los que acabar de chuparse los dedos.
Convertido ya en un clásico de la ciudad, su paella de raya, su arroz a banda o su fideuá son solo algunos de sus hits, pues Casa Federico, recomendado por la Guía Repsol, es de esos con una carta que hace muy difícil elegir. Una auténtica cocina marinera que también goza de menú del día y de la que disfrutar en su terraza mientras de fondo se mecen las olas del mar.

Pont Sec
PONT SEC
Pep Romany es la cara tras el proyecto gastronómico que representa Pont Sec. La recuperación de sabores autóctonos, la búsqueda de la experiencia en el plato y el aporte de sensaciones son algunas de las características de su cocina. Con un saber hacer que se basa en la tradición, el territorio y la temporada, es muy conocido por sus cocas, sus arroces y, cómo no, por la pasión que le pone a ambos y, por supuesto, al resto de su carta.
Recuperar la historia, ser fiel a los recetarios antiguos, a la cocina de sus antepasados y respetar el territorio son una buena excusa para Pep para estar entre fogones. Enamorado de los salazones e inmerso en proyectos como la recuperación del trigo tradicional de la Marina, este cocinero incansable no solo disfruta cocinando, sino ofreciendo su cocina, lo que es palpable en cualquier visita, en la que no puede faltar alguna de sus cocas, como la de tripas secas de atún guisadas con cebolla. Irresistibles.

El Baret de Miquel
EL BARET DE MIQUEL
El Baret de Miquel es un espacio repleto de colores, amplitud y luz, un reflejo de lo que es Miquel Ruiz, su fundador. Con un pasado de estrella Michelin, el chef ha elegido un camino de mayor sencillez, pero con el mismo talento y frescura, para dirigir un negocio que tampoco ha escapado de la prestigiosa guía, que ya le incluye como Bib Gourmand, además de ostentar un Sol Repsol.
Los comensales pueden probar desde unas patatas bravas hasta turrón de hígado de pato al cacao o sashimi de caballa con texturas de alcachofa. Su tarta de manzana, fiel desde los inicios, tiene un toque ácido pero también crujiente que hace necesario dejar un hueco para el postre, a pesar de que sea casi imposible no probar el máximo posible de su carta, preparaciones cuyas recetas no tiene problema en compartir con su habitual simpatía.

Quique Dacosta
QUIQUE DACOSTA
Uno de los mejores restaurantes del mundo reconocido por The World’s 50 Best, tres estrellas Michelin y tres soles Repsol. ¿Cómo resistirse a los platos que se esconden tras ese palmarés? Quique Dacosta se ha ganado a Dénia con su exquisita y elegante cocina en la que la innovación está en constante ebullición. Cocinar Belleza es el nombre de un menú que cuida al detalle para que la armonía entre sabores cree una estética también en el paladar.
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Sin embargo, el comensal también puede escoger entre el menú hidratado no maridado, el menú armonías y la experiencia completa, además del Dom Perignon, el más exclusivo. Sea uno u otro, lo que es seguro es que quien pruebe la cocina del chef se deleitará con su particular mezcla de tradición y vanguardia, con platos como el estofado de cacahuetes con pato y anguila, el pan de gambas con chili crab o la gamba roja cocida, además de sus famosos salazones o sus huevas de bogavante.

Restaurant Noguera
Restaurant Noguera
Ubicado en la falda del Hotel Noguera Mar, el Restaurant Noguera goza de una de las terrazas con mejores vistas de toda la ciudad, y no es para menos. Con vistas al Golfo de Valencia y a las playas que rodean la punta del Estanyó y su pequeña bahía, donde desembocan los ríos Girona y Alberca, no hay mejor escenario que el que da los frutos que se saborean en los platos.
El producto del Mediterráneo es el protagonista de sus arroces –como el de boquerones y espinacas o el de coliflor y bacalao– sus tapas –importante degustar su espencat, su saladura de la Marina o las variadas cocas caseras– y sus brasas, donde no pueden faltar el pulpo o la dorada, además de carnes como el solomillo o el entrocot y platos tan típicos de Dénia como la llandeta, un guiso de pescado.

Restaurante Estanyó
RESTAURANTE ESTANYÓ
La historia del Restaurante Estanyó se lleva escribiendo desde hace ya casi 30 años, en los que José y Mari han llevado una cocina con mucho gusto y una sala con cariño. En primera línea de playa, en les Marines, y a tan solo unos metros del Restaurante Noguera, este local aprovecha su increíble entorno para hacer la experiencia aún mejor si cabe.
Su cocina es tradicional y mediterránea, aunque con guiños asiáticos. Los escombros (partes menos nobles de los calamares), vieiras a la plancha con crema de puerros y aceite de limón o las anchoas con huevas de atún son algunas de las raciones que sirven para ir abriendo boca. Ensaladas como la de salmón con miel, pera, nueces, espárragos y mazorquitas sorprenden, a la par que su rodaballo a la plancha sobre puré de lima kaffir y salsa thai o su fideuá fina de pulpo, chipirones y algas wakame.

Restaurante Aticcook
ATICCOOK
En el ático del showroom del ya fallecido diseñador e interiorista Pepe Cabrera se ubica el restaurante Aticcook, donde el chef Bruno Ruiz fusiona la tradición con la técnica y la innovación, siempre con la materia prima como estandarte y abierto a abrazar las cocinas de todo el mundo. Con un Sol Repsol y reconocido por la Guía Michelin, la cocina vista de Aticcook suma a un espacio singular donde todo lleva firma de autor, desde la decoración hasta la cocina.
El chef acaba los platos ante sus comensales y aprovecha para explicarles qué productos utiliza y qué proceso realiza. La base de cocina mediterránea y de temporada combina a la perfección en sus preparaciones, que van desde una mousse de ajo blanco, sardina ahumada, uvas y caramelo de moscatel hasta el sándwich de calabaza y chocolate o el Carpaccio de alcachofa con virutas de foie, ensalada de brotes tiernos, granada y almendra frita.

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EL FARALLÓ
Quién sabe si la pareja formada por los chefs Javier Alguacil y Julia Lozano sabían que su restaurante acabaría siendo conocido como templo, rey, emblema o incluso santuario de la gamba roja. Lo que sí que es cierto es que su pasión por el crustáceo es tan grande que es difícil no pensar en este local cuando se evocan las gambas rojas de Dénia. Alguacil acude a la lonja cada mañana para hacerse con los mejores ejemplares y los de mayor magnitud, siempre entre 45 y 55 gramos, pescados cerca de la costa y a menos de un km de profundidad.
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Aun así, cabe decir que el resto del pescado de su oferta, como el pulpo seco, también es digno de degustar. El Faralló, cuyo nombre recoge de un conocido arrecife natural de la localidad, está ubicado en Las Rotas, visible desde su gran terraza. Este restaurante fue adquirido en los 90 por la pareja, que lo transformó hasta lo que es hoy, recomendado por la Guía Repsol y recibiendo miles de personas cada año que buscan no solo sus gambas, sino sus tellinas, salmonetes o el arroz faralló, un arroz a banda al puro estilo de sus dueños.

Tasca Eulalia
TASCA EULALIA
Fundada en 1892 por una familia con larga tradición hostelera en Dénia, la Tasca Eulalia está ahora en manos de Jaime, cortador de jamón, y Juan Antonio, sommelier. Ambos expertos en sus campos, las tapas que sirven en sus mesas están bien patrocinadas por los pescados y mariscos de la lonja local, además del mercado de abastos. El atún rojo a la plancha o las cazuelas de rape hacen que el comensal se abone a este local con solera del centro de la localidad.
Pequeños platos, como las croquetas y su deliciosa ensaladilla compiten con otros de buen comer, como el meloso de cigala. Sea como sea, su oferta varía gracias a su respeto por la temporada y lo que ofrecen los productores. El aspecto tradicional y el trato cálido del local se unen a las agradables luces y las voces animadas del resto de mesas se unen, como un ingrediente más, a la experiencia amena y familiar de este querido lugar.

Venta de Posa
VENTA DE POSA
Venta de Posa, ubicado cerca de La Xara, una entidad local menor de Dénia, y rodeado de campos de naranjos, se erige en una antigua casa de verano. En este restaurante, un proyecto familiar que cumple 30 años, apuesta por la cocina más emblemática de Valencia con un toque creativo distintivo. Ganador del Langostino de Oro 2022, este negocio, tan elegante como cercano, redescubre la comarca de la Marina Alta a bocados.
Desde los arroces más tradicionales hasta su berenjena a la brasa con turrón de Xixona, queso feta y panko crujiente, su carta no hace más que sorprender. Sus productos de proximidad, como los capellanes, surtidos de quesos artesanos, salazones y su pulpo seco son una opción tan buena como sus raviolis de gamba roja e infusión de sus cabezas o su presa ibérica con chirivía a la miel y cebollitas.

Els Magazinos
MERCADO GASTRONÓMICO ELS MAGAZINOS
En el espacio popular de Els Magazinos se reúnen diferentes propuestas y se genera un sentimiento de comunidad y festividad constante donde degustar no solo el producto de calidad, sino el ambiente. Más de 20 paradas repartidas se concentran en más de 3.000 metros cuadrados desde hace solo tres años. Restauradores y tenderos se reparten la atención de los comensales, que pican de aquí y de allá antes de reunirse a lo largo de las mesas del lugar.
La comida de Les Cuinetes y de A la fresca, las tapas japonesas de Taberna Sushiber, el picoteo más mediterráneo de el Baret de Rober o la gran variedad de ostras del Ostrarium Bar Dénia son solo algunas de las propuestas del espacio. Helados artesanales en Waffle Wrap, café de especialidad en Pichi’s Coffee Roasters o vinos y cavas en Vegamar hacen que acercarse al barrio Baix la Mar sea un placer.

aDuana Wine Experience
ADUANA WINE EXPERIENCE
El creador de la primera tienda gourmet de Dénia y el dueño de las Bodegas Galiana ha apostado por traer a la ciudad alicantina un nuevo concepto de restauración a través de un espacio en pleno centro de la ciudad: aDuana Wine Experience. En él, además de probar platos de diferentes países, se puede disfrutar de los mejores vinos, champanes y licores. Más de 400 referencias de vinos que van de lo más cercano a lo más internacional.
Desde la lubina al dentón, pasando por la carne wagyu o el bogavante azul, los ingredientes que conforman sus platos van del sándwich más sencillo al caviar más fino, todos maridados con sus vinos. Por supuesto, su amplia selección también se puede adquirir para seguir la degustación en privado, aunque de seguro su increíble decoración y su agradable ambiente harán del retorno casi una obligación.

Ruta dels Riuraus | Comunitat Valenciana
UN DESBORDE GASTRONÓMICO
Los productos del Mediterráneo tienen como estrella a la gamba roja, con su propia banda sonora y un concurso internacional de cocina creativa dedicado solo a ella. Más allá de sus delicias, Dénia disfruta de eventos como el DNA Festival Gastronómico, con Quique Dacosta al frente, o fiestas como la del Cabrerot, todo un acontecimiento que homenajea a la uva homónima, la que queda sin cosechar por su pequeño tamaño.
El Museo Etnológico organiza también la ruta Temps de Pasa, en la que no solo se conocen los riuraus, estructuras donde se secaba la uva, sino también el proceso y su historia, que marcó un antes y un después en la ciudad, y su fiesta más sonada, L’Escaldà. Y si de historia se trata, el yacimiento de Alt de Benimaquia guarda los restos de la que podría ser la bodega más antigua de toda la península.