Big Ban sabroso

Girona y su idilio con los hermanos Roca

Una ruta por el universo creativo y gastronómico de los fundadores del mítico Celler de Can Roca

Con un palmarés difícil de superar —tres estrellas Michelin y dos veces nombrado Mejor Restaurante del Mundo en la lista The Worlds 50 Best Restaurants por la revista británica Restaurant, entre muchísimos otros galardones nacionales e internacionales— los hermanos Roca, del Celler de Can Roca, se cuentan entre el selecto grupo de responsables de haber puesto Girona en los mapamundis de la alta cocina.

Estos reconocimientos a nivel mundial son evidencia de la excelencia y la creatividad de los hermanos Roca, quienes podrían haber continuado su aventura empresarial allí dónde hubieran querido, llámese Tokio, Nueva York o Singapur. Pero no lo hicieron.

(c) Salva López  DSF1523

Siguiendo su intocable compromiso con los ingredientes sostenibles y de proximidad, y fieles a su estrecha vinculación con su ciudad natal, Josep, Joan y Jordi, decidieron que su universo creativo debía tener continuidad precisamente aquí, en Girona, la ciudad que les vio crecer. ¿La idea? acercar a sus vecinos gironins, y de un modo asequible, todo aquello que se idea y se cuece en las mentes pensantes del Celler.

CAM INT Rocambolesc Confiteria

Rocambolesc

(Santa Clara, 50)

Jordi Roca, artífice de los postres del Celler de Can Roca, tuvo la genial ocurrencia de usar un clásico carrito de petit fours (esos que suelen cerrar las comidas en los restaurantes de alta cocina) para recorrer las calles de Girona. Sería un modo original y divertido de acercar a los gironins todos esos postres multi-premiados que se sirven en el Celler de Can Roca. Pero la normativa municipal puso demasiadas trabas, por lo que el proyecto acabó convirtiéndose en Rocambolesc, un obrador-heladería donde se sirven las famosas creaciones de Jordi en forma de helado.

No se trata del clásico helado italiano, sino del americano soft serve, y solo se elabora en seis sabores. Tres de ellos son fijos y remiten a los tres postres más aclamados de Jordi Roca: el gran bombó, la manzana al horno y el Làctico. Los otros tres van cambiando en función de los ingredientes de temporada o de eventos especiales que estén sucediendo en la ciudad, como por ejemplo la festividad de Sant Jordi o del Temps de Flors, momento en que los dulces adoptan sabores florales. Y luego están los polos que, como todo lo que hacen los Roca, tienen sabores y presentaciones que están fuera de este mundo, como por ejemplo: el Helado Oscuro (de vainilla y arándanos, en forma de máscara de Darth Vader) o el Cul de la Lleona (de manzana y bergamota; homenajea a uno de los símbolos medievales de la ciudad).

Justo al lado de la heladería Rocambolesc, los Roca han abierto recientemente la Rocambolesc Confitería, donde se venden todo tipo de golosinas, chocolates, gominolas o galletas que suelen usarse como toppings de los helados.

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Restaurante Normal

(Plaça de l'Oli, 1)

Se trata de "un restaurante normal, en una esquina normal, de una ciudad normal". El motto de este local situado en el Barri Vell de Girona quiere dejar claro que aquí no se sirven extravagancias. En palabras de los propios Roca: "si en el Celler ofrecemos orfebrería, aquí proponemos artesanía". Así, en este comedor, los chefs reivindican sus orígenes (algo que por cierto nunca han olvidado) poniendo sobre la mesa cocina de cazuela, de campo y como se dice en Cataluña del xup-xup, esa fantástica expresión que nos remite a los guisados hechos a fuego lento. Lo que aprendieron de su abuela Angeleta y de su madre Montserrat —ejecutado por la jefa de cocina Elisabet Nolla— es lo que ofrecen aquí, ni más ni menos.

Cocinar con gesto antiguo, esa es la máxima en este Normal... que hay que decir tampoco es del todo normal cuando ante la mesa aparecen esas cabezas de rodaballo que es mejor comer con los dedos, esos filetes Wellington con salsa de café parís o esos fricandós de carrillera de ternera con setas.
En este festival gastronómico de tradición y terruño también son normales los vinos que, de nuevo apelando a la antigua usanza, recuerdan la figura del fraile gerundense del siglo XIV Francesc Eiximenis, quien en su enciclopedia Lo Crestià ya reivindicaba los vinos de l'Empordà y del pueblo de Beaune (Borgonya).

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Casa Cacao

(Plaça de Catalunya, 23)

Es un hotel boutique, es un obrador de chocolate, es un brunch que llena todos los fines de semana, es una cafetería donde sirven los famosos xuixos de Girona, es una terraza con panorámicas sobre Girona, es una boutique con productos Made by Roca... En resumen, es otra de las geniales ideas de los multi-estrellados chefs Roca. 
El hotel: son 15 habitaciones encajadas en un viejo edificio catalogado de interés histórico que se reformó (exquisitamente) para acoger a todos esos clientes —venidos desde cualquier parte del mundo para visitar el Celler de Can Roca— que después buscaban un lugar para quedarse a dormir. Es un éxito. Un éxito hotelero y como no, gastronómico. Su brunch, el primero de su categoría en Girona, llena todos los fines de semana con público que viene de fuera sí, pero también con gironins de toda la vida que ahora convertidos en clientela habitual conocen a los camareros por su nombre.
El obrador de chocolate: Casa Cacao es el único hotel del mundo que tiene un obrador de chocolate en su recepción. A través del cristal que separa los recepcionistas de los artesanos chocolateros, el espectáculo de la elaboración se sucede a diario ante la atónita mirada de los huéspedes. En este taller conducido por Jordi Roca y el maestro chocolatero Damian Allsop, el grano de cacao se escoge, se tuesta, se descascarilla, se refina, se concha, se atempera, se moldea, se cristaliza y se empaqueta para viajar a todos los locales del universo Roca. Bombones, tabletas de chocolate —atención al chocolate con leche de cabra y al 60% Hacienda Victoria de Ecuador— y todo lo que pueda llevar cacao en su receta, sale de aquí. Todo menos la nueva línea de bebidas Esperit Roca - Sèrie Cacau (estos chicos tienen una creatividad infinita) y sus Ginebra de Cacao, Licor de Cacau y Esperit de Cacau, una nueva cocina líquida que desde ahora también se puede degustar en los restaurantes de la familia Roca.