Hacía tiempo que la apertura de un establecimiento no despertaba tanta expectación en Girona ciudad… Pero claro, este no es un establecimiento más. No lo puede ser cuando lleva la firma de los hermanos Roca, el apellido que catapultó la provincia a la estratosfera de la gastronomía internacional.
Jordi Roca, el creador de los postres del Celler de Can Roca, ha capitaneado Casa Cacao, un proyecto que combina obrador de chocolate, tienda y hotel (dirigido por Anna Payet, esposa de Joan Roca) en una suerte de fantasía a lo Charlie y la fábrica de chocolate.

CACAO DE ORIGEN
Jordi Roca no había elaborado chocolate desde cero hasta que un día en El Celler de Can Roca se preguntaron si serían capaces. Afrontaron el reto de cabeza y junto a Damian Allsop hicieron una inmersión total en el mundo del chocolate. Varios viajes a Colombia, Ecuador o Venezuela les dieron los conocimientos necesarios para descubrir los diferentes procesos en origen de la fermentación y secado de las habas del cacao. Ahora, Casa Cacao compra sin intermediarios a esos productores artesanales que les brindaron el conocimiento necesario para endulzar el mundo desde Girona.
UN EDIFICIO MUY DULCE
La Gerundense, que fue una fábrica de papel hasta principios de los años 70, seguirá haciendo historia en la ciudad. Ahora, con su nombre conservado en la fachada, como sede de Casa Cacao. El edificio brilla en la céntrica esquina de la Plaza de Cataluña y la calle Ginesa, gracias al proyecto arquitectónico del equipo de Callís Marès Arquitectos y la mano de Sandra Tarruella Interioristas.
El desarrollo del proyecto es vertical. Comienza en la planta baja, donde el obrador de chocolate va a dejar a partir de ahora un rastro de aroma inconfundible que guiará a los viajeros más golosos. El espacio se ha diseñado con unas grandes vidrieras para que a nivel de calle se pueda observar el milagro de convertir el grano del cacao en chocolate. Sin duda, todo un canto de sirenas para hacer fácil el pecado.

Foto: Casa Cacao
En la planta baja también hay espacio para una tienda y una chocolatería para quien desee volver a casa con un recuerdo de lo más dulce. Cada una de los productos elaborados en el obrador y que se adquieran en la tienda están empaquetados de forma sostenible con materiales procedentes del reciclado de las fibras del cacao.
Las cuatro plantas superiores del edificio las ocupa el hotel boutique de Casa Cacao. Es el proyecto largamente soñado por Anna Payet, con el que pretende prolongar la hospitalidad y el trato que siempre ha caracterizado a El Celler en las suites diseñadas con mobiliario artesanal.

Foto: Casa Cacao
Finalmente, en la terraza de la planta superior, se podrá disfrutar a la vez de la vistas de la ciudad y de los desayunos preparados a partir de productos de proximidad. Seguro que no faltará una buena dosis de chocolate para empezar el día de la mejor forma posible.