La cultura gastronómica Suiza, por su situación geográfica, bebe de la cocina francesa, la alemana y la influencia del norte de Italia con el punto común de que en todo el país los platos más conocidos giran en torno a sus quesos.
De hecho, Suiza podría recorrerse de quesería en quesería, conociendo de primera mano cómo cada paisaje y cada región influye en sus elaboraciones, creando en cada lugar sus propias variedades de queso. En total hay 450 tipos -de los Alpes a los valles-, que convierten la raclette, la fondue y su tradicional almuerzo zvieri-plättli, en una auténtica experiencia culinaria completamente diferente en cada ocasión.