La producción de vino en Reino Unido es relativamente nueva, de hecho, la parte más grande de su producción vinícola, se encuentra en el sur del país, concretamente en los condados de Kent, West Sussex, East Sussex y Surrey, y a apenas una hora de distancia de Londres. ¿La razón? En los últimos años y con el cambio climático como agente clave, ésta se ha convertido en una de las zonas más cálidas, secas y soleadas del Reino Unido, circunstancias que han propiciado que aquí se hayan empezado a dar las mejores condiciones, tanto de terreno, como de clima, para el cultivo de uvas, que antaño luchaban por sobrevivir y madurar. Pero conseguir buenos vinos en estas regiones es, todavía, más loable si se tiene en cuenta el cambiante clima británico, con lluvias durante la floración, heladas en primavera...
En la actualidad, en el sur de Inglaterra, se cultivan muchas de las mismas variedades que en Champagne, (Pinot Noir, Chardonnay y Pinot Meunier) en suelos similares a la región francesa, de caliza o arcilla y en laderas bajas. Mismo suelo, mismas uvas, parecido sistema de producción. Y es que los vinos ingleses se elaboran de forma muy similar al Champagne. Más del 65% de las uvas son de estas variedades y más del 70% de los vinos son espumosos, permitiéndoles así competir, ser premiados y reconocidos internacionalmente. Pero también hay hueco para los vinos tranquilos, tanto blancos, como tintos y rosados, para los que se sirven de uvas como la Bacchus, Pinot Gris, Ortega, Solaris o Rondo, entre otras.
Ahora bien, conocida la teoría, ¿de qué forma se puede acercar uno al conocimiento de los vinos ingleses?