
EL PAVO RELLENO, UN CLÁSICO
Este animal, famoso en las mesas de Navidad de países como Irlanda, Reino Unido, Francia, Bélgica, Grecia, Croacia, Portugal y Georgia, fue domesticado por primera vez por los aztecas y los mayas aproximadamente en el siglo IX a.C., lo que hace que también sea muy famoso en muchos países de América.
En Reino Unido suelen servirse rellenos, generalmente de salvia y cebolla, para que la carne no quede tan seca después de la cocción. Sin embargo, en Francia, es más habitual que sea de castañas, aunque a veces estas se encuentran a su alrededor, asadas, junto a manzanas.
El acompañamiento suele ser judías verdes con almendras o una guarnición típica del país, la dauphinoise gratin, que suele servirse con carnes y que consiste en un gratinado de patatas con ajo, chalotas y leche.

iStock | Pavo de Navidad típico de Francia, cocinado con manzanas y castañas
También en Grecia, que se influenció enormemente de la cocina francesa en el siglo XIX, tiene el pavo como plato principal de Navidad, relleno en su caso de carne picada, piñones y castañas.
CERDO COMO PROTAGONISTA
El cerdo es, sin duda, el mayor protagonista culinario de la Navidad. El hecho de poder aprovecharse buena parte del animal, su carne suculenta, su precio asequible y su versatilidad hacen que sea una opción mayoritaria en muchos países.
En España, el cochinillo asado es la pieza central de la mesa. Cocinado lentamente hasta que la piel se torna de un color marrón oscuro y con una textura crujiente, suele servirse con patatas y cebolla.
Además de Serbia, Suiza también consume cerdo asado, más concretamente el Filet Im Teig, filetes sazonados con curry y ensalada de patata, y en Eslovenia, se cree que comer este animal es necesario para empezar el año con buen pie.
En países como Islandia, Suecia y Finlandia, lo más común es el jamón cocido. En la festividad sueca se sirve un buffet frío con algunos platos calientes, como el Julsinka (jamón de Navidad), cuya tradición se remonta a los mitos nórdicos.

iStock | Julsinka, jamón cocido sueco recubierto de salsa de mostaza y pan rallado
Sin embargo, en Noruega, lo más común no es el jamón, sino las costillas del cerdo acompañadas de albóndigas y salchichas de cerdo, y col o patatas hervidas. Otros países, como Chipre, Estonia o Letonia, también tienen el cerdo como ingrediente principal, pero cocinado de diferentes maneras.
OTRAS RECETAS DE CERDO Y AVES
Más allá del cerdo en su máximo esplendor, hay otros países que lo incluyen solo como ingrediente o que lo consumen procesado. Es el caso de Moldavia, donde se cree que este animal simboliza la riqueza y el éxito y se sirven chorizos, racituri (una mezcla congelada de orejas, patas y cabeza de cerdo) y sarmale.
Esta última consiste en hojas de repollo rellenas de arroz y carne de cerdo, que también se prepara en Rumanía y que tiene sus variables en Montenegro y Bosnia Herzegovina (sarmi), Bulgaria (sarma), Hungría (toltott kaposzta) y Ucrania (holubtsi).
En Estonia el cerdo también tiene su lugar en la mesa con el verivorst (morcilla) con chucrut, patatas al horno y carne de cerdo. Este plato se acompaña de alimentos ácidos, como la salsa de arándanos rojos y la calabaza en escabeche.

iStock | Racituri, un preparado espeso de orejas, patas y cabeza de cerdo típico de Moldavia
Por otro lado, las aves también tienen protagonismo en las mesas de Navidad más allá del pavo. En Dinamarca es el plato más querido durante las fiestas, mientras que en Malta el preferido es el pollo. Sin embargo, el que más se consume después del pavo es el ganso, y los países donde se baraja como primera opción son Rusia, Bielorrusia, Alemania y Austria.
PESCADO Y PLATOS VEGETARIANOS, LA MINORÍA
A pesar de que en muchos hogares se opta por el pescado en las comidas o cenas de Navidad por ser un alimento que, en general, se consume menos que la carne y que podría resultar más especial, lo cierto es que pocos países tienen el pescado como plato principal. Sin embargo, hay uno que resuena en muchos de los que optan por él, y es la carpa frita, que se consume sobre todo en Polonia, Alemania, República Checa, Austria, Eslovaquia y Serbia.
En Italia y en Portugal optan por el bacalao, mientras que en Hungría, por su parte, celebran las navidades con sopa de pescado. Aun así, también queda algún que otro europeo que opta por una versión vegetariana para despedir el año. Esos son Armenia y Lituania. En el caso del primero, es un plato el que se lleva la palma: el anoush abour, que significa sopa dulce en el idioma del país y que también se conoce como pudín de Noé.

iStock | El bacalao con polenta es un plato típico de Navidad en Italia
Consiste en una especie de pudin hecho con trigo gorgod, azúcar, albaricoques, pasas, pistachos y piñones, todo ello cocido y adornado después con más frutos secos y semillas de granada. Por último, en Lituania, también prescinden de carne y pescado en su preparación más famosa, el kūčiukai, una pequeña galleta con semillas de amapola.