Carne picada entre dos rebanadas de pan. Así de sencillo; así de delicioso. La hamburguesa, cuyo origen se remonta a finales del S. XIX, nació en Hamburgo, pero nadie puede negar que se perfeccionó y se popularizó en Estados Unidos a través de las grandes cadenas de comida rápida. Consumida en todo el mundo, desde sus versiones fast food hasta las más gourmets, la búsqueda de la perfección sigue siendo un debate abierto para los fanáticos de este bocado. Infinidad de variedades de queso, vegetales, bacon, foie, setas, encurtidos, especias, salsas… cualquier añadido es válido para conseguir esa burger que nos hará toca el cielo. Estas son algunas de las más icónicas. ¿Quién se resiste?