Comer en Sevilla

Más allá de la Feria de Abril: siete lugares para tapear por Sevilla

El recinto de la feria absorbe a los que salen a festejar, pero dispuestos por la ciudad hay otros templos del picoteo donde disfrutar de los mejores bocados de la capital andaluza.

Sevilla es una de las ciudades del mundo donde el tapeo se vive con mayor intensidad. Ya sea en el descanso del domingo o en algún tardeo, antes de la comida o si se visita la ciudad, a cualquier hora, Sevilla tiene arte hasta para comer. El clima, la cultura, la gente y la geografía de la ciudad animan ya de primeras a lanzarse a buscar alguno de esos templos de la comida por las zonas donde se concentran los buenos bares de tapas de la ciudad, que suele ser el centro histórico.

Esta selección incluye algunos de los mejores y más frecuentados sitios del corazón de Sevilla donde aún es posible comer y beber bien, a precios razonables y compartiendo barra y tiza codo a codo con gente local que los conoce de toda la vida.

El Rinconcillo

Tapeo en El Rinconcillo

Bodeguita Romero

No hay buena ruta de tapas por Sevilla que se precie y se considere respetable que no incluya la Bodeguita Romero. Esta esquina de la calle Harinas destaca por ofrecer una fabulosa selección de jereces por copas y por contar con algunos de los montaditos más típicos de la ciudad: el de pringá, con una copita de palo cortao. Además, croquetas, guisos y pescaíto frito.

Bodeguita Romero
Bodeguita Romero

Taberna Manolo Cateca

Un pequeño rincón dedicado en cada uno de sus escasos metros cuadrados a los vinos de Jerez. Manzanillas, finos, olorosos o palos cortados, para todos los bolsillos y para los más sherrylovers, el Cateca ofrece el vino perfecto para su selección de tapas, que son surtidas, sabrosas y apetitosas pese a lo pequeño de la cocina. Una copa de fino, o dos, y unos huevos a la flamenca.

vinos en rama de bodegas Cruz Vieja  Cateca
Vinos en rama de bodegas Cruz Vieja © Cateca

Casa Moreno

Relativamente escondida dentro de una tienda de ultramarinos está la barra de Casa Moreno. Una suerte de speakeasy a la sevillana con botellines de Cruzcampo y montaditos calentados en una tostadora en un minúsculo espacio barroco decorado hasta el techo con decenas de cuadros, poemas, frases, calendarios y carteles costumbristas de temática cofrade y taurina.

 

Sevilla en siete imprescindibles

El Rinconcillo

Fundado en 1670, El Rinconcilloes el bar más antiguo de Sevilla y uno de los más populares para tapear. Entre sus especialidades destacan las espinacas con garbanzos y las croquetas de jamón. Quizá es el más turístico de todos, pero no por eso se deja de ver a parroquianos habituales o es un tourist trap, más bien todo lo contrario.

El Rinconcillo
El Rinconcillo

Casa Morales

Pese a estar a pocos metros de la Catedral y en una de las principales arterias del centro, Casa Morales sigue ofreciendo en sus dos salones un ambiente de taberna clásica de siglos pasados, con una selección de tapas frías y calientes que enamora tanto al público local como al visitante. Una gran idea es irse al salón de las tinajas, pedir una tapa de mojama, otra de tortilla de papas y un amontillado.

Abacería San Lorenzo
Sopa de tomate con hierba buena de la Abacería San Lorenzo

Abacería San Lorenzo

Situada la abacería en el bajo y el restaurante en la primera planta de una casa sevillana del siglo XVII, el imprescindible establecimiento Antigua Abacería San Lorenzo ofrece elaboraciones de alta calidad, especializándose en alimentos y bebidas de origen andaluz, y ha recuperado platos y guisos tradicionales de la tierra con pequeños toques innovadores. Es recomendable todo el año, pero especialmente en Cuaresma.

abaceria
© Abacería San Lorenzo

Becerrita

Justo en el borde exterior del centro de la ciudad está uno de los espacios más demandados para los amantes de la ensaladilla sevillana. Becerrita es, por derecho propio, uno de los lugares más atractivos y señeros del tapeo en la ciudad y su zona de tapas, antes de pasar al restaurante, uno de los referentes gastronómicos de referencia. Además de la ensaladilla, buen jamón, excelentes guisos, vinos de Jerez y un trato exquisito, de los que ya casi no quedan.