Las salidas al monte con cesta en mano en busca de níscalos o rebozuelos es una de las actividades que lleva de apellido el otoño. En toda la geografía española, esta estación es sinónimo de setas y de micoturismo, una práctica que lleva años ganando adeptos y que ha sabido adaptarse a las nuevas necesidades de los usuarios.
Las aplicaciones para móvil se han convertido en las nuevas guías y enciclopedias de setas y hongos, pero en una versión 2.0. Estas apps permiten reconocer con rapidez de qué clase de seta se trata según sus características y saber si son comestibles o no, y todo sin necesidad de tener internet. Con el GPS siempre conectado, también brindan la oportunidad de identificar los montes donde encontrar una especie determinada y de guardar la ubicación concreta donde se ha recogido.