Mucho se habla de sus hermanas mayores, Ibiza y Mallorca, pero ¿qué hay de Menorca? Es una isla inimitable, dispuesta estratégicamente al norte de las Baleares. Los menorquines han sabido hacer gala del regalo que la naturaleza les ha entregado: calas recónditas, aguas de mil tonos de azul, playas paradisíacas de arena blanca, vegetación mediterránea... Lo que le ha valido la distinción como Reserva de la Biosfera por la UNESCO. Sin excesos, sin estridencias y con multitud de estímulos para todos los sentidos. Es la isla perfecta para desconectar del mundo. Menorca es para descubrirla y vivirla por otro de sus grandes tesoros, la gastronomía.
Desde hace siglos los payeses trabajan la tierra, los pescadores el mar y los ganaderos laboran para conseguir uno de los tesoros gastronómicos de la isla, el queso artesano de leche cruda de la D.O.P Mahón-Menorca. Pero Menorca son también sus restaurantes, esos que año tras año enarbolan una cocina propia, interesante, marinera y con la impronta de todas las civilizaciones que han pasado por la isla. Estos son los mejores: