De vuelta al pasado

Mina: de galería minera bilbaína a restaurante con estrella Michelin

El producto de mercado -literalmente hablando- y el kilómetro cero definen la propuesta de este referente de Bilbao.

Frente a la Ría de Bilbao, en el paseo peatonal que discurre hacia el golfo de Vizcaya, se abre paso una pequeña puerta que lleva al restaurante Mina, de Álvaro Garrido y Lara Martín, cocinero y jefa de sala respectivamente. Un restaurante reconocido con una estrella Michelin que desde 2016 forma parte de la revolución gastronómica que está viviendo la ciudad de Bilbao.

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Restaurante Mina

Puerta de acceso al restaurante © Restaurante Mina

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Reminiscencias históricas

Su nombre se debe a la de sobra conocida historia de que, bajo las viviendas y las calles de Bilbao, su subsuelo está formado por un entramado kilométrico de galerías que conservan los vestigios del pasado minero de la ciudad. Y es que, el acceso a Mina, es una de aquellas puertas que permitían la entrada a este mundo subterráneo, concretamente, a la mina de hierro de San Luis. Un lugar desde el que se extraía el mineral para embarcarlo en la ría y ser remolcado hasta el puerto.

El despegue gastronómico

La belleza de los alrededores de Mina © iStock

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El despegue gastronómico

Cuando Mina abrió sus puertas en 2016, su ubicación ya era privilegiada. La zona en la que se ubica, Bilbi, o Bilbao La Vieja, lleva tiempo fraguando entre sus calles la revolución gastronómica, artística y cultural del centro de la ciudad. Tampoco se queda atrás el casco histórico y alrededores, donde a pocos metros de Mina se encuentran otros locales de colegas de profesión como Ola de Martín Berasategui, Etxanobe de Fernando Canales Etxanobe o Nerua a los pies del Museo Guggenheim de Josean Alija, por mencionar algunos.

Cocina vasca de altura

El cocinero, Álvaro Garrido © Restaurante Mina

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Cocina vasca de altura

Dentro de esa vorágine gastronómica en la que está profundamente involucrada la ciudad, Mina se ha posicionado como un local de cocina vasca elevada al siguiente nivel. Su carta se centra en el producto de mercado y de temporada comprado a diario al otro de la Ría, en el Mercado de la Ribera, el mayor mercado de abastos cubierto de Europa. Álvaro es quién recorre cada día sus puestos en busca de los productos con los que abastecerse, además de contar proveedores locales para encontrar productos concretos cada estación. Esta compra diaria marca una carta estrictamente de temporada hasta el punto de que su menú depende al completo de los productos frescos que encuentra a diario.

Duelo de mesas

La mesa más demandada © Restaurante Mina

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Duelo de mesas

Nada más acceder al espacio, el comensal puede observar de un barrido la cocina, la sala y las vistas a la Ría, pues se trata de un lugar único en el que conviven cocineros y comensales. Esta zona, que dirige y coordina Lara, tiene una mesa más demandada que las demás: la de la barra, aunque no hay que desmerecer las vistas desde sus balconadas.

Cocina vasca de altura

© Restaurante Mina

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Manos a la obra

Una vez sentados en mesa, el mercado, la temporada y el kilómetro cero definen cada uno de los platos que llegan a manos del comensal. Su cocina centra toda la atención en el producto, sin enmascarar sabores ni formas, hasta el punto de que sus ingredientes tratan de reducirse al máximo con el objetivo de permitir que se distingan los productos y sus matices.

Mar y montaña

© Restaurante Mina

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Mar y montaña

Su menú degustación, dividido en completo o reducido, recorre los sabores y olores que rodean la costa y el monte de Vizcaya. En sus pases tienen vital importancia los productos frescos provenientes del mar, moluscos y pescados, pero también todo lo que viene de la tierra como las hortalizas, los vegetales, los huevos de oca y las carnes de la zona.

El maridaje clave también dentro de su experiencia, completa el menú con una bodega proveniente principalmente de pequeños productores nacionales e internacionales. Vinos cargados de personalidad y producidos con todo el cariño de quién cuida su terruño.