‘Hot pot’ o ‘hou guo’ son los nombres con los que también se conoce la olla caliente en su país de origen, China. A pesar de lo inabarcable del país, y de que podría congregar en su interior un continente entero por la diferencia de sus regiones y gastronomías, la olla caliente es uno de los platos más populares, aunque sus orígenes lo sitúan en Mongolia. Si bien cada región cuenta con sus propias recetas y su punto diferencial, todas tienen en común el uso de las verduras, las carnes, los dumplings y los pescados. Hay versión para los aficionados al picante y, por supuesto, es un plato perfecto para celebrar el Año Nuevo Chino.
Buscando el origen
El huo guo, también conocido como hot pot en su traducción al inglés y olla caliente, caldero mongol o fondue china en castellano, es una de las recetas más características de la cocina china.
Su origen se remonta hasta hace más de 4000 años, cuando durante las Dinastías Shang y Zhou, comienza a extenderse la elaboración de este plato alrededor de todo el país. Aunque el origen de esta receta era popular, por servir para entrar en calor, aprovechar todo tipo de insumos y alimentar a la población, terminó por convertirse en una receta imperial cuando comenzaron a incluir ingredientes provenientes de las cacerías.
La base de la olla caliente
Lo interesante, y divertido, del huo guo es que el plato se cocina mientras se come, es decir, cada uno prepara su propia receta al instante en función de sus gustos y de los ingredientes con los que cuente.
El huo guo es un plato que se hace y se come alrededor de una mesa creada específicamente para ello, pues lo normal es que cuenten con un espacio en el centro donde colocar una olla debidamente dividida en dos secciones. En ellas se calienta por una parte un caldo picante acompañado de guindillas y pimienta de Sichuan y, por otra, uno normal. Dos caldos que sirven como base de este plato y que no llegan a combinarse a pesar de estar en la misma olla, con el objetivo de que cada cual decida qué sopa escoger en cada momento, si mezclarlas o no, y añadir el grado de picante. Y es ahí, cuando comienza a hervir, cuando en su interior se cocinan los diferentes ingredientes.

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Habitualmente, la carne y el pescado se congela previamente con el fin de poderlos cortar al momento del consumo en delgadas láminas y de que puedan cocinarse de forma más sencilla en la olla. Además de estos ingredientes, el plato termina de completarse con una combinación de salsas y toppings que se sirven directamente sobre los productos cocinados o, incluso, en la sopa. Soja, salsa de ostras, aceite de sésamo, salsa agridulce o mirin, además de cacahuetes, semillas de sésamo blanco o negro y hasta cebolla crujiente, son solo algunos de los condimentos que se utilizan para aportar un punto más de sabor y textura a este plato.
Restaurantes de madrid donde celebrar el año nuevo chino
Por suerte, no es necesario viajar hasta China para buscar el verdadero huo guo. Cada vez aparecen más locales, especialmente en Madrid, enfocados al disfrute de este plato. Entre ellos se encuentra China Crown, que ha creado un menú -disponible durante todo el mes de febrero- con el que dar la bienvenida al nuevo año chino, o La Olla de Sichuan, un local conocido y frecuentado más por asiáticos que por españoles.
Año Nuevo Chino
El Conejo es el protagonista
El 22 de enero de 2023 es el día de la Fiesta de la Primavera en China, cuando allí comienza el Año Nuevo. En esta ocasión está dedicado al Conejo de Agua, considerado un animal ingenioso, vigilante y de mente rápida, y símbolo de la esperanza. Las celebraciones duran 15 días, cuando de sus guaridas salen a desfilar dragones de aspecto fiero, aunque para los chinos son seres que propician las lluvias y encarnan la protección de los dioses. Los pasacalles se acompañan de músicas estridentes, fuegos de artificio y petardos, cuyo estruendo «aleja a los monstruos y la mala suerte». El día fin de año (en 2023, el 21 de enero), se barren las casas para echar lo viejo y se colocan adornos rojos, el color que atrae las cosas buenas. El Festival de las Linternas (5 de febrero) cierra las celebraciones, con farolillos que simbolizan la alegría y el reencuentro.