La combinación entre 4.000 años de historia, la influencia de las gastronomías de los países que colindan con Grecia y las diferentes culturas que han pasado por sus tierras, han hecho de su cocina una de las más influenciadas de Europa.
Los productos frescos, especialmente hortalizas y verduras mediterráneas son la base de una dieta que termina por completarse con carnes aderezadas con especias y hierbas aromáticas provenientes de Turquía, Oriente Medio, los Balcanes e Italia, así como sus dulces, de los que cuentan con una gran influencia en la mayor parte de sus recetas.