La influencia gastronómica croata, concretamente la que se encuentra en su capital, Dubrovnik, bebe de los países del Mediterráneo -especialmente de España, Italia, Turquía y Grecia- pero también de los países con los que colinda como Hungría. Estas son las elaboraciones que no se pueden dejar de probar si se viaja hasta este bello país plagado de cultura, historia y -¡cómo no!- gastronomía.