EL MOFONGO ES EL REY
Enclavado entre el Océano Atlántico y el Mar Caribe, este país ha sido receptor de multitud de culturas. En su pasado hay taínos (pobladores originales), españoles, africanos... y en su presente más reciente, norteamericanos. Es precisamente con el desembarco de los españoles en 1508 y la colonización cuando empezaron a llegar a la isla esclavos africanos. Traían consigo el fufu, lo que podría considerarse como el antepasado del mofongo, que se preparaba con yuca, ñame o plátanos como base, que se machacaba y se servía con salsa o sopa. Más tarde y variando la receta, el mofongo se convertiría en una de las comidas más populares de Puerto Rico, como resultado del mix de las culturas que fueron esculpiendo el plato.

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Un ejemplo de mofongo con carne.
Foto: iStock
Para prepararlo, se sirven del pilón, un mortero de madera donde de machacan los ingredientes principales del plato: plátanos verdes fritos, salsa de mantequilla con ajo, aceite de oliva y chicharrones. Este puré se suele acompañar de proteína, como pollo, carne de ternera, camarones o langosta, pasando a conocerse como mofongo relleno.
¿Dónde comer entonces el mejor mofongo de Puerto Rico? Quedarse con uno es un desafío, pero son buenas opciones los de El Jibarito, La Princesa Gastrobar, Deaverdura o El Campeón, todos en el Viejo San Juan.
EL CAFÉ DE PUERTO RICO, PIONERO Y RENACIDO
No es un dato muy conocido, pero el café llegó a Puerto Rico en 1736 desde Martinica y por entonces, el país se convirtió en el mayor exportador de café por el mundo. Al empezar a cultivarlo en el continente sudamericano, dejaron de poder competir con gigantes cafeteros como Colombia. ¿A los problemas? Soluciones. Fue entonces cuando empezaron a desmarcarse cultivando café bajo su propia Denominación de Origen, Specialty Gourmet . Para entrar en ella, es necesario cumplir requisitos como que sea de variedad arábica, que se recoja a mano y que el tostado se haga en cantidades controladas. ¿El resultado? Un café aromático y suave.

Café de Puerto Rico
El país ha apostado por refinar su café hasta convertirlo en un producto gourmet.
Foto: Macarena Escrivá
Lamentablemente, tras el paso del huracán María, se perdieron hasta un 70% de las plantaciones de café en la isla. Uno de los que consiguió seguir siendo fiel al origen 100% puertorriqueño de las montañas de Yauco fue el Café Don Ruiz, ubicado dentro del Cuartel Ballajá en San Juan de Puerto Rico. ¿La mejor forma de degustarlo? Acompañándolo de una mallorca, una evolución de nuestra ensaimada rellena de jamón y queso.
LA GENUINA PIÑA COLADA
Si hay un trago por el que se conoce a Puerto Rico, esa es sin duda la piña colada. ya que se inventó aquí. Lo que no queda claro del todo es quién fue el pionero. Unos sostienen que fue Monchito, el barman del bar del hotel Caribe Hilton el que por primera vez juntó ron, crema de coco y jugo de piña, dando lugar a un brebaje que traspasaría fronteras.
Otros se jactan de que el mítico Barrachina de San Juan, es donde nació la piña colada en 1963, inventada por Don Ramón Portas Mingot, un célebre barman español que hasta entonces había trabajado en los mejores bares de Buenos Aires y así lo conmemoran con una placa en la entrada del local. Sea como fuere, en 1978 pasó a se la bebida nacional de Puerto Rico y Rupert Holmes le dedicaba aquellos versos que cualquiera ha tarareado “If you like pina coladas and getting caught in the rain...”

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La Factoría, uno de los lugares donde se disfruta mejor de la piña colada.
Foto: Macarena Escrivá
LA COCINA EN BURÉN
Hay un pueblo de Puerto Rico al que se le conoce como la capital de la tradición. Su nombre es Loíza y se ha hecho famoso por la preservación de la cultura. Desde costumbres como la bomba, el baile típico de la isla o las máscaras para los desfiles de vejigantes y caballeros, hasta la gastronomía. Y precisamente aquí está uno de los estandartes de la cocina en el burén, una plancha sobre la que se preparan alimentos.
Y su mejore ejemplo es El Burén de Lula, un humilde merendero donde María Dolores de Jesús, más conocida como Lula, lleva más de 60 años preparando genuina cocina loiceña. El mismísimo chef Jose Andrés, muy unido al país desde el paso del huracán María, asegura que quien no ha comido en su burén, no ha probado la verdadera gastronomía puertorriquense. Allí Lula sigue preparando bocados ancestrales como las arepas de maíz con coco, las de arroz, dulces de calabaza o de castañas... Un verdadero deleite en torno a la más pura tradición de Puerto Rico.
FRITURAS BORICUAS
Las alcapurrias son las reinas de los cuchifritos en Puerto Rico. Mientras en España el cochifrito se refiere al cerdo frito, en la isla se llama así a cualquier tipo de fritura y aquí las alcapurrias son las reinas. Se trata de pequeños bocados hechos con una masa de plátano verde, yuca o yautía y rellenas de picadillo de carne, pollo, mariscos o verduras, que se fríen, dejando un exterior crujiente y sabroso, que se sirve tanto en restaurantes, como en puestos callejeros.

Alcapurrias
Alcapurria, una de las frituras por antonomasia de Puerto Rico.
Foto: iStock
El bacalao es uno de los pescados más consumidos en Puerto Rico, por su abundancia en las costas Atlánticas y Caribeñas. Con el pescado salado y desmenuzado, preparan una fritura con harina y condimentos a base de hierbas, con forma plana, como si fuese una tortita y se consumen comúnmente en los kioscos cercanos a la costa.
Finalmente, los piononos son otra de las frituras más apreciadas por los boricuas, un bocado que se prepara plátano verde maduro, picadillo de carne y queso, que se envuelven en tiras de plátano, con la carne en el centro, formando un pequeño cilindro.