Guía foodie

Irlanda, un país ¿gastro?

Hay patata, sí; pero, más allá del famoso tubérculo existe todo un mundo gastronómico por descubrir.

A la pregunta sobre qué se come en Irlanda, la respuesta suele ser inmediata: patatas. Sí, es verdad. Patatas hervidas, cocidas, estofadas, fritas, machacadas y de todas las formas, texturas y combinaciones imaginables. Pero, ¿qué más comen los irlandeses? Además del omnipresente tubérculo, los principales ingredientes de su gastronomía son el salmón, el bacalao, la col, el ruibarbo y, por supuesto, la ternera. 

 

De la combinación de ellos con otros muchos ingredientes salen algunos de sus platos más típicos y conocidos como el irish stew, colcannon, chowder seafood, coddle o el sunday roast. Puestos a aprender solo una palabra en irlandés, mejor que sea sláinte, que se pronuncia algo así como "sloncha" y que significa salud. 

 
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quesos jóvenes

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El secreto es la leche

A pesar de sus paisajes ocupados por extensas y verdes colinas sobre las que pastan plácidamente vacas, cabras y ovejas, Irlanda nunca ha sido una tierra muy quesera; pero, de un tiempo a esta parte, multitud de granjas locales están sacando al mercado una gran cantidad de quesos artesanales de excelente calidad. Lo que ha hecho que la Isla Esmeralda se haya convertido en uno de los principales países exportadores de queso de todo el mundo.

A diferencia de lo que ocurre en otros países, en Irlanda no existen los quesos regionales, sino que son los queseros y granjas familiares los que hacen en exclusiva un tipo de queso de manera totalmente artesanal. Todos ellos con un ingrediente estrella en común: la extraordinaria calidad de la leche, ya sea de vaca, oveja o cabra. En este sentido, es la identidad local que cada variedad trae consigo lo que hace tan especial la creación de los quesos que se dan en la isla. 

 
queso artesanal

Foto: Sheridans Cheesemongers

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¡A todo queso!

Con más de 75 queseros artesanos y una producción de producto ecológico que va en aumento, el factor geográfico más influyente tiene que ver con los pastos. Mientras ovejas y cabras suelen encontrarse en zonas más rocosas y montañosas, como al este del país, el ganado vacuno se concentra alrededor de los pastos más ricos, que acostumbran a estar al sur. De esta pequeña isla salen los más exquisitos quesos, que van desde los más inesperados azules hasta quesos elaborados con leche cruda, ya que Irlanda es uno de los pocos países, junto a Estados Unidos y Australia, donde esta práctica es legal.

Los hermanos  Kevin y Seamus Sheridan son los propietarios de Sheridans Cheesemongers, compañía que fundaron en el año 1995 y con la que comenzaron a vender quesos de granjas irlandesas en el mercado de Galway. A partir de ahí, el negocio se expandió y a día de hoy cuentan con varios establecimientos y hasta con una tienda online en la que es más que recomendable darse una vuelta con vistas a espectaculares quesos locales que se encuentran a tan solo un click de aparecer en el comedor de cualquier casa. 

 
patatas

Foto: iStock

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La patata que reescribió la historia de un país

Irlanda siempre fue un país eminentemente rural y la patata se convirtió en cuanto llegó desde tierras andinas a finales del siglo XVI en la reina absoluta del cultivo y la gastronomía irlandesa. Bastaron alrededor de 200 años para que el tubérculo sustituyera a otras plantaciones más tradicionales como la avena y otros cereales. 

Fue entonces cuando se convirtió en el sustento base de sus habitantes, lo cual hizo que aumentase el índice de natalidad y, con ello, que la población creciera, por primera vez; pero en 1845 comenzó la famosa Hambruna Irlandesa, que se alargó hasta el 1849, cuando una enfermedad causada por un hongo aniquiló los cultivos de patata en todo el territorio. Pocas veces en la historia de la humanidad la ausencia de un alimento condicionó tanto a un país. La hambruna trajo consigo más de un millón de muertos y más de dos millones de emigrantes. Nadie quería seguir pasando hambre en Irlanda. 

 
 
National Famine Museum

Foto: National Femine Museum

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En recuerdo de la hambruna

A día de hoy, la patata sigue siendo la base de la alimentación irlandesa y la historia de aquella gran hambruna, también sigue presente en el recuerdo nacional. En Strokestown, a unos 150 kilómetros al oeste de la capital, hay un museo dedicado a este período: el National Famine Museum

Se trata de una mansión del siglo XVIII que cuenta con mobiliario original y que explica lo que supuso la Hambruna. Desde ese mismo lugar, parte la National Famine-Way,  que llega hasta la capital del país. Se trata de un sendero peatonal que une los 167 kilómetros que conectan el museo con el sobrecogedor conjunto de esculturas del Famine Memorial, un monumento conmemorativo que se encuentra en la bahía de Dublín y que está dedicado a todos aquellos que se vieron obligados a emigrar. Su objetivo es seguir los pasos de los 1490 habitantes de Strokestown que caminaron hasta Dublín con la intención de viajar hasta Canadá en algunos de los peores barcos ataúd durante el verano de 1847.

 
Boxty

Foto: iStock

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Boxty nuestro de cada día...

“Boxty on the griddle, boxty in the pan, if you can't make boxty, you'll never get a man”, reza una rima tradicional irlandesa. Una que, a día de hoy, suena descontextualizada, pero que no deja de ser parte de ciertas áreas culturales de la isla y que tiene por protagonista a uno de sus platos más típicos: el boxty. Se trata de un pastel de patata, similar a unas tortitas, originario del centro-norte del país, North Connacht y Southern Ulster, y en particular en los condados de Mayo, Sligo, Donegal, Fermanagh, Longford, Leitrim y Cavan. 

Normalmente, se suele comer con mantequilla o azúcar, pero, también, se puede tomar como acompañamiento y, sobre todo, en los desayunos ingleses completos con huevos, tocino, crema agria, salchichas, morcilla, tostadas y rodajas de tomate. 

 
chefNeven Maguire

Foto: Macnean House and Restaurant

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Experiencia chef

Además de la tradición culinaria, en Irlanda también destaca la vanguardia entre los fogones de la mano de chefs con experiencia, productos de gran calidad y ganas, muchas ganas, de enseñar al mundo y a los propios autóctonos lo bien que se come en tierras irlandesas. Un buen ejemplo de ello es el televisivo chef Neven Maguire, toda una celebridad del mundo de la cocina irlandesa que cuenta con varios premios, programas de radio y televisión, seis libros publicados y uno de los restaurantes más solicitados del país. 

En la pequeña y discreta localidad de Blacklion, en el Condado de Cavan, y de donde es oriundo, Maguire regenta el MacNean House & Restaurant, galardonado con una Estrella Michelin y con varios premios por su comida, servicio, carta de vinos y experiencia gastronómica. Especialmente, al cenar en The Chef’s Table, donde Neven y su equipo cocinan y sirven el menú a la vista de sus invitados, mientras explican el proceso de cada uno de los platos que se van a degustar y que llevarán a los comensales a lugares nunca antes saboreados de la cocina irlandesa. Sláinte!