No hay lava incandescente ni cráteres humeantes, por mucho que algunos puedan pensar en esas escenas o en alguna atracción de Port Aventura al oír hablar de zona volcánica. Aquí los volcanes se apagaron hace miles decenas de miles de años, pero en cierto modo siguen marcando el territorio de una comarca que los ha convertido en sello de identidad de sus paisajes y también de su cocina.
A menos de dos horas de Barcelona, la Garrotxa celebra los recién cumplidos 25 años de su cocina volcánica, una excusa perfecta para organizar una escapada por allí. Y estas son las mejores pistas para viajeros primerizos.