El Concejo de Caso tiene uno de los gentilicios más sabrosos de toda la península. Y también uno de los menos conocidos, ya que la complejidad del sabor del queso Casín lo convierte en un producto contundente, sin medias tintas y sin edulcorantes que valgan. O sea, no es para todos los públicos, lo que lo hace más sexy si cabe. Por eso merece la pena viajar hasta su cuna y masticar con todos los sentidos ese entorno salvaje que lo ha generado. Y es que, tal y como sucede con el vino, este producto lácteo es capaz de sintetizar en todos sus matices el sobrecogedor paisaje que lo rodea.