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Ramadán: ¿Qué se come en el mes sagrado del Islam?

Cuando al caer la noche se rompe el ayuno, las mesas se llenan de platos tradicionales realmente sabrosos.

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A medida que la luz del día va cayendo, las mesas de los hogares en donde se sigue el dictamen del Islam comienzan a llenarse de elaboraciones y platos caseros. Es la hora de recuperar fuerzas y de disfrutar entre familiares y amigos de la fiesta del Ramadán.

El mes sagrado

Ayuno, oración, reflexión y comunidad son los pilares esenciales de estos días tan especiales para la sociedad islámica. Una festividad que dura un mes y que tiene como fin trabajar la disciplina personal, tratando de ser mejor persona, de tener mejores pensamientos y de ayudar a los demás. Unas fechas enfocadas al crecimiento personal desde el punto más espiritual pero también físico, a través de un ayuno que se realiza desde el alba hasta el anochecer.

Al noveno mes del calendario islámico comienza el Ramadán, el mes sagrado para el Islam. Una celebración que va cambiando cada año, rigiéndose por los ciclos de la luna, saltando de estación en estación. Esta festividad recuerda el momento en que Dios reveló los primeros versos del Corán a Mahoma, sentando las bases de la guía espiritual a los seres humanos en el mundo. El ayuno, junto con la oración, la caridad, la profesión de fe y el peregrinaje a la Meca, es también uno de los cinco pilares del Islam. Una forma de purificar cuerpo y mente, alejándose de las tentaciones mundanas y acercándose a la espiritualidad de Dios. Igual que lo hizo Mahoma cuando se retiró al desierto y el ángel Gabriel le anunció que recibiría la palabra de Dios. Se trata de purificarse, dedicar tiempo a la introspección, la oración y la reflexión, para renovar la fe y abrazar el Islam.

Del alba al anochecer

Este ayuno se realiza desde que cae el sol -cuando comienza el iftar, la cena, una vez ha anochecido- hasta el amanecer -cuando se realiza el suhur, la última comida antes de que salga el sol.

Antes del alba se toma fruta, yogur o platos ligeros, comidas nutritivas y enérgicas para afrontar la larga jornada de trabajo que viene por delante. Mientras que, cuando anochece, es el momento de recuperar fuerzas, socializar y disfrutar de la compañía de familia y amigos. Especias, carnes y verduras, guisos, sopas, miel, frutos secos y postres son los ingredientes básicos de los platos del iftar, que aportan energía instantánea y mucho sabor, y reflejan el extraordinario patrimonio culinario asociado al mundo árabe, extendido a través de su religión por todo el mundo.

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Dátiles

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Dátiles

Este fruto es uno de los más habituales de la cocina árabe y un bocado fundamental cuando se rompe el ayuno de Ramadán. Se comen solos, rellenos con nueces, enrollados con coco o utilizados como endulzante de platos salados y de muchos de los postres que se consumen estos días.

 
harira

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harira

El alto poder nutritivo de esta sopa elaborada a base de pollo, ternera, tomate, lentejas, garbanzos y cilantro, hacen de la harira un plato especialmente idóneo para los días de Ramadán. Aunque se consume durante todo el año acompañada de dátiles, higos y shebbakiyya, la harira es uno de los primeros bocados con los que los musulmanes rompen el ayuno.

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Malawah

Este tipo de sopas como la harira, además de otros entrantes y guarniciones, se acompañan de panes de diferentes sabores y texturas como es el malawah, malawach o mlawiun pan grueso elaborado con una serie de masas superpuestas que se fríe en la sartén como si fuera una tortita. Tradicionalmente se sirve con huevos cocidos, tomates picados y salsa picante.

 
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Tabulé

Es la ensalada árabe por excelencia y uno de los platos esenciales del banquete de Ramadán cuando éste se celebra en verano. Se trata de una ensalada fría a base de perejil (el ingrediente esencial), bulgur, tomate y pepino, que se aliña con aceite de oliva, limón, especias y hierbas aromáticas al gusto de los comensales.

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Kolak Campur

Es un guiso especialmente conocido dentro de la comunidad musulmana de Indonesia elaborado a base de dulce de leche y azúcar de coco, canela, banana y otras frutas, que se puede tomar caliente o frío. La peculiaridad es que cuenta con tantas variantes como casas hay en Indonesia.

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Qatayef

Estos bocados de masa dulce rellenos de crema y nueces que se sumergen en un jarabe de azúcar aromatizado con agua de rosas o azahar, reciben también el nombre de crepes de Medio Oriente y son uno de los postres más habituales en las mesas nocturnas durante la temporada de Ramadán, especialmente en países como Egipto, Jordania, Líbano, Siria y Arabia Saudita.

Beghrir

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Beghrir

De los dulces de Ramadán hay uno que proviene especialmente de la cocina magrebí, el beghrir. Un crepe esponjoso, hecho a base de sémola y levadura, la clave de que broten esas pequeñas burbujitas que dan textura de nube a este bocado. Una vez preparados, los panqueques se sumergen en almíbar caliente hecho a base de mantequilla y miel y se decoran con nueces, almendras y miel.