De Islandia a Bangkok

La vuelta al mundo en ensaladas

La cultura y la historia se dan la mano para inspirar una de las comidas más frescas de la temporada.

Los antiguos griegos y romanos son los responsables de que hoy en día, tras más de 2.500 años, se elaboren y consuman ensaladas. Este plato tan humilde denominado en aquella época Hierba salata, hacía referencia a una mezcla de vegetales crudos sazonados donde el aliño formaba parte fundamental. A día de hoy, las ensaladas han conquistado el mundo y cada región cuenta con sus propias elaboraciones. Inspiración, cultura e historia a partes iguales en una vuelta al mundo encabezada por los vegetales.

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Ensalada árabe

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Ensalada árabe

Es una de las más conocidas de Marruecos y no hay una receta única, además, cabe recordar que la lechuga no se utiliza en exceso en la amplia variedad de ensaladas con las que cuentan en el país. Su base es el tomate, el pepino -con piel- y la cebolla cortada en daditos y hay quién le añade también una base de tabulé o cuscús. El aliño es sin duda el gran potencial de la ensalada, compuesto de aceite de olive virgen extra al que se le añade zumo de limón recién exprimido, perejil cortado muy fino, un puñado de semillas de granada, sal y pimienta.

Kartoffelsalat

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Kartoffelsalat

Traducido al castellano como “ensalada de patata” es una de las señas de identidad de la cocina alemana. Sus orígenes se remontan al siglo XVIII, un momento en el que las patatas llegaron al país como producto de aristócratas y nobles. En la actualidad, dependiendo de la región en la que se elabore, lleva diferentes ingredientes -bacon, alcaparras, huevo duro y hierbas como el eneldo...- y se suele acompañar de salchichas. Preparar la ensalada tradicional es tan sencillo como cocer las patatas con piel y acompañarla de pepinillos cortados en rodajas finas, cebolla y una vinagreta con mostaza o mahonesa, dependiendo de los gustos.

Waldorf

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Waldorf

Es considerada la ensalada norteamericana por excelencia y sus orígenes se encuentran a finales del siglo XIX en el restaurante del hotel Waldorf, donde se puso de moda entre los neoyorquinos. En un principio estaba compuesta únicamente por tres ingredientes: mahonesa, apio y manzana. Pero, a medida, que fue pasando el tiempo se le fueron añadiendo más ingredientes como las nueces y las uvas. El aliño, una salsa de mahonesa casera hecha con huevo y aceite de girasol al que se le puede dar un toque original añadiéndole unas aceitunas negras y consiguiendo una salsa con un tono morado.

Ensalada de mango verde

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Ensalada de mango verde

Una de las ensaladas más sencillas y refrescantes de Bangkok (Tailandia) es la de mango verde o green mango salad. También es la perfecta para todos aquellos que les gusta el picante. Su principal ingrediente es el mango verde, un fruto ligeramente ácido y un poco amargo que no tiene nada que ver con el mango que en Europa se conoce. Para elaborarla -se puede sustituir el mango verde por mango o papaya madura- se pica el mango verde en tiras muy finas junto con una cebolla morada, un puñado de cacahuetes, unas hojas de cilantro y algo de cebollino. Y se aliña con una salsa elaborada con aceite de oliva, chiles partidos en pedacitos muy pequeños, el zumo de una lima y una cucharada de azúcar moreno.

Caprese

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Caprese

Es la ensalada italiana más conocida de todas y su origen se encuentra en la isla de Capri, en el Golfo de Nápoles. Está hecha con tres únicos ingredientes, mozzarella de búfala, tomates frescos y hojas de albahaca que se intercalan los unos con los otros en la colocación en el plato. Hay quienes le agregan aceitunas negras resaltando los colores de la bandera italiana. Y su aliño es muy sencillo: sal, pimienta y aceite de oliva virgen extra.

Ensalada de arenques

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Ensalada de arenques

En un país en el que el cultivo de las frutas y las verduras no siempre es fácil por culpa de la climatología, Islandia aprovecha el pescado del agua de sus mares para elaborar ensaladas. Una de las especies que más utilizan en su gastronomía es el arenque: se consume fresco, ahumado, salado o en conserva. Y, en todas sus opciones, se puede llevar a ensalada pero, la más tradicional es la que mezcla la lechuga y cebolla con los arenques en salmuera, pepinillos en vinagre, pimientos y remolacha.

Campera

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Campera

Es uno de los must veraniegos en cuanto a ensaladas en España. Es fresca y ligera y su toque crujiente le aporta un guiño, cuanto menos, curioso. Su ingrediente base es la patata cocida en pedazos más o menos grandes y lo habitual es añadirle pimientos verdes y rojos crudos, cebolla, tomate, aceitunas verdes o negras y atún en aceite o en escabeche. Pero el abanico se abre por completo a la imaginación de quien la prepare.

Coleslaw

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Coleslaw

La coleslaw es la segunda ensalada americana más conocida. Traducida al castellano como ensalada de col, tiene como ingredientes principales la col blanca cruda picada con zanahoria rallada. Aunque existen mil variaciones de la receta en las que se introduce también el repollo crudo o la lombarda y los que deciden aportarle un toque dulce con trozos de piña o de manzana. Se suele aliñar o bien con mahonesa o con una vinagreta que incorpora la mostaza de Dijon.

Nizarda

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Nizarda

Típica de Niza, y también denominada ensalada niçoise, esta ensalada se elabora con ingredientes de la región que le da nombre. Está compuesta por verduras y hortalizas aunque también se le añaden encurtidos que le dan un toque avinagrado. Se prepara con lechuga, patata y huevo cocido, tomate, cebolla, atún, judías verdes, aceitunas, rábanos, alcaparras y anchoas o boquerones, al gusto. El aliño, aceite de oliva virgen extra, vinagre de Módena y sal.

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