Local social

El restaurante-comisaría de Róterdam atendido por expresidiarios

Lo que antes era una sede policial ubicada en el centro de Róterdam se ha convertido en un caso de éxito de reinserción social.

Hace ya siete años que en la calle Eendrachtsplein número 3, de Róterdam (Países Bajos), en pleno corazón de la ciudad, se sustituyó el lugar que acogía una antigua comisaría por un restaurante. Un espacio hostelero diferente, desde cuyo interior se proporciona con un trabajo y un trato digno una nueva oportunidad de reinserción social enfocada a expresidiarios y excriminales.

 

Heilige Boontjes

© Heilige Boontjes

Heilige Boontjes

Este proyecto llamado en holandés Heilige Boontjes, - traducido al castellano, Frijoles Santos-, surgió de una idea creada en común por el trabajador social Rodney van den Hengel y el policía Marco den Dunnen. La combinación de sus profesiones, enfocadas ambas al cuidado de la sociedad y de las personas individuales, junto con la ubicación tan especial con la que se encontraban dieron lugar a un espacio en el que reinsertar a todas aquellas personas que habían visto comparecer ante el tribunal respondiendo por hurtos, robos y tráfico de drogas en el área de Delfshaven.

Este trabajo en común, con todas aquellas personas que habían pasado ante sus ojos de una forma u otra, dio lugar al nacimiento de este café tan singular y solidario. Un lugar que acoge a todas aquellas personas que por diversas razones se han desviado del camino correcto.

Además, la gran noticia es que, Heilige Boontjes ha ido teniendo tan buena acogida que ha hecho que se transforme de café a restaurante contando con un horario de apertura más largo y con una oferta gastronómica más amplia y cuidada. Este hecho, el de comenzar a ofrecer una carta gastronómica desde el desayuno a la cena, ha servido también para dar trabajo a más personas que están en la misma situación hasta llegar a haber pasado por allí un total de ochenta personas desde que está en funcionamiento.

El éxito de la integración de estos expresidiarios y excriminales sumada a la labor social que han hecho ambos promotores y a la popularidad y aceptación que ha tenido este local dentro de la ciudad de Róterdam, ha hecho que reciban el premio Hein Roethof como el Mejor Proyecto de Prevención del Delito impulsado por el municipio de la ciudad, porque gracias a Heilige Boontjes, numerosos jóvenes han encontrado una segunda oportunidad y un trabajo honesto y reconocido.