Un viaje por la costa

Los restaurantes esenciales de Rías Baixas

Espacios, grandes y pequeños, donde se come producto de temporada, local y sostenible.

El sabor, la calidad, el producto de temporada y local y la honestidad son la bandera de la cocina gallega. Más aún, de un paraje como las Rías Baixas. La Ría de Arousa domina el territorio y alrededor de ella, en poblaciones como O Grove, Cambados o Sanxenxo aparecen estos pequeños y grandes restaurantes donde ir a comer es todo un lujo.

 

PARA LEER MÁS...

  1. La Ría de Arousa tiene un nuevo manjar: el espárrago de mar

  2. Las mejores playas de Galicia para refrescarse este verano

  3. Por qué el único restaurante con dos estrellas Michelin de Galicia es, también, el más genuino

  4. Valdeorras, la región de Galicia vitivinícola aún por descubrir

 

solla1

© Solla

Solla

Conocido también como Casa Solla, este restaurante familiar abrió sus puertas en 1961 regentado por José y Amelia, quienes recibieron en 1980 una Estrella Michelin para su local. Ahora en manos de su hijo el cocinero Pepe Solla, quién continuó con la estela de la gastronomía y la búsqueda de la excelencia de los productos gallegos igual que sus padres, este local sigue siendo uno de los grandes restaurantes a visitar en cualquier viaje por las Rías Baixas. Con una Estrella Michelin, aquí la cocina gallega se pone en el centro de la mesa a través de dos menús degustación, Trasmallo y Piobardeira, vinculados especialmente con el producto de mar y con el entorno, tratados con delicadeza y simplicidad.

pepe vieria
© Pepe Vieira

Pepe Vieira

Con dos Estrellas Michelin y una Estrella Verde, por su trabajo enfocado a la sostenibilidad, este restaurante sorprende, para empezar, por la ubicación en la que se encuentra. Localizado en pleno campo, en un hotel con sello Relais & Chatêaux, Pepe Vieiraes mucho más que un restaurante. Este espacio experiencial invita a relajarse, conectar con la naturaleza y descubrir lo que Pepe Vieira, el chef, denomina “a última cociña do mundo”. Sus viajes a través de Francia, Escocia, América, Noruega, Japón o China son su centro de inspiración cultural y gastronómico vinculado al producto local gallego y a las tradiciones de su tierra.

yayo daporta
© Yayo Daporta

Yayo Daporta

En el centro de Cambados, en un edificio de piedra del siglo XVIII que en el pasado funcionó como Hospital Real, se encuentra el restaurante homónimo del cocinero Yayo Daporta, un lugar donde se actualiza y reinterpreta la cocina gallega con el fin de elevarla a la máxima exponencia. Dicho y hecho, su trabajo en la cocina le ha valido una Estrella Michelin. En sus platos se puede recorrer todo el litoral gallego a través de sus productos: percebes, mejillones, navajas, berberechos, algas y todo tipo de pescados, son solo algunos de los productos que forman parte de su menú degustación, a los que se suman las verduras de las huertas del entorno y la de su propio restaurante.

 

Culler de Pau Invernadero y huerta (8)
Culler de Pau

Culler de Pau (O Grove)

Se trata de palabras mayores, pero la evolución de este restaurante en O Grove ha sido apabullante. Cuando abrieron apenas eran dos personas en cocina y otras tantas en sala. Hoy el buque insignia capitaneado por Javier Olleros y su mujer Amaranta en sala, se ha convertido en uno de los mejores restaurantes de toda la provincia. El Culler de Pau bebe de su entorno, de sus raíces, de la naturaleza, de la Ría de Arousa, del mar, del huerto... No es de extrañar que en sus menús aparezcan ingredientes próximos a caer en el olvido o variedades que se han recuperado, así como materias primas reconocibles, como la nécora, los percebes, el bonito de Burela o las vieiras, que aquí adquieren una nueva dimensión en las manos de Javier Olleros.

dberto equipo
Foto: D'Berto

D'Berto (O Grove)

Lo primero que llama la atención al llegar a D'Berto es su vivero. Se puede admirar desde la calle y sorprende sobremanera el tamaño de los ejemplares que allí esperan a ser presentados en las mesas. Cigalas, bogavantes, pescados... Un verdadero preludio de lo que espera en este restaurante. Y es que entrar a D'Berto es hacerlo a una de las mejores marisquerías de todo el país. Regentado por los hermanos Alberto y Marisol Domínguez, él en sala y ella en cocina, han conseguido que su restaurante sea considerado como un verdadero templo del producto. Y no es casualidad, porque lo que comenzara como una churrasquería pronto les hizo darse cuenta de que la gente iba a O Grove a comer marisco y pescado. En su carta manejan pescados y mariscos de la Ría de Arousa, algunos entrantes y una carne.

 

El mejor comienzo arranca con una porción de su laureada empanada o un caldo gallego y después conviene apostar por una comida basada en lo mejor del mar. Cigalas de Marín 'do Cantil' con piezas de hasta 300 gramos la unidad, percebes de Cedeira, nécoras de O Grove, longueirón de la playa de La Lanzada, zamburiñas auténticas... Además de la especialidad de la casa, el bogavante frito. Entre sus pescados más demandados se encuentra la palometa roja, conocida como Virrey y el rodaballo. ¿De postre? Su espectacular tarta de queso cremosa, sin duda, una de las mejores de España.

Sansibar
Foto: Brasería Sansibar

Brasería Sansíbar (O Grove)...

Producto. Fuego. Arte. Paciencia. Son las máximas que llevaron al matrimonio formado por el alemán Christian Reise y Luisa Moldes a abrireste negocio donde las brasas son el hilo conductor. Uno al frente de las brasas, la otra al frente de la sala. Así, este tándem perfecto, ha conseguido encontrar un equilibrio entre el producto gallego de la mejor calidad y la meticulosidad germana. La carta en Sansíbar es corta, pero muy bien seleccionada. A los pescados que reciben a diario y para los que bordan el punto de cocción, se unen propuestas fijas como el bogavante a la brasa, almejas salvajes a la brasa con aceite de limón, berberechos con aceite de pomelo o unas vieiras cocinadas al carbón de encina acompañadas de salsa de Pernod y pistachos, entre otros. ¿Otra de las protagonistas? La vaca vieja gallega, de entre 8 y 15 años y de 50 a 90 días de maduración, que presentan en distintos cortes como el chuletón, lomo bajo, solomillo o lomo alto y que acompañan de patatas fritas caseras.

Furancho-de-Juan-Pulpo---Macarena-Escriva
Foto: Macarena Escrivá

Furancho de Juan (Meaño)

Cuando la producción vinícola es un éxito, ¿qué ocurre? Que hay que dar salida a los excedentes. Así fue como surgieron los furanchos, pequeñas fincas de productores independientes que ponían a la venta el vino que les sobraba en sus propias viviendas y lo acompañaban con platos de la cocina tradicional gallega. No puede uno jactarse de conocer la gastronomía gallega , sin haber visitado un furancho. ¿Las claves? Buen vino, buena comida y amabilidad a raudales.

 

Uno de los imprescindibles es el Furancho de Juan, en el Concello de Meaño. En la carta presentan tapas como el tradicional pulpo a feira, empanada, pimientos de Padrón, tortilla, chorizos al albariño, zamburiñas o richada, una receta tradicional gallega elaborada con carne de ternera, pimientos y patatas fritas. ¿Y de beber? Una jarra de vino casero, por supuesto.

Penagud
Foto: Penaguda

Penaguda (Sanxenxo)...

Regentado por los hermanos Robustiano y Baldomero Fariña, el restaurante Penaguda de Sanxenxo, es a día de hoy un abanderado del producto gallego de calidad. Resulta complicado decidirse ante tal despliegue de materia prima de calidad y preparaciones sugerentes. ¿Una ayuda? Empanada de vieiras, navaja frita envuelta en láminas de panceta ahumada, pulpo de la ría a la brasa con queso San Simón y un toque de ajada o croquetas caseras de lacón. Y son solo los entrantes. Entre los platos principales destacan el bogavante frito con huevos y patatas, los pescados de la Ría de Arousa a la brasa o un contundente arroz de terrina de manitas y pimientos asados a la brasa. Las carnes adquieren especial relevancia con los cortes procedentes de Frigoríficos de Bandeira, afinados por Vaca Premium, y van desde una costilla de vaca de Bandeira confitada y costrada, pasando por chuleta de vaca premium y hasta la excelsa chuleta de auténtico buen gallego. El mejor maridaje se hace con los vinos de la bodega Attis, de la que los hermanos Fariña también son propietarios.