¿Alguien dijo comida?

Los restaurantes de Madrid a los que hay que ir a comer este otoño

En caso de lluvia, restaurantes. Y si no, también.

La vuelta al cole viene cargada de nuevas propuestas gastronómicas para locales y turistas en plena capital. Lo de cualquier tiempo pasado fue mejor aquí no surte efecto, y es que tras un año complicado Madrid vuelve a brillar con luz propia y a poner a la gastronomía en el centro de todas las miradas. Cocina fusión, de mercado, viajera, tradicional o para degustar en casa, los fogones madrileños están que arden.

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El Hombre Pez

Arroz meloso con carabineros y teja de camarones © El Hombre Pez

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El Hombre Pez

Si bien las fusiones de culturas gastronómicas están a la orden del día, una de las más sorprendentes es la de El Hombre Pez, un restaurante que combina la gastronomía cántabra con la india. Este innovador concepto combina la materia prima cántabra de primera calidad –especialmente en la carne y el pescado– y lo fusiona con las recetas tradicionales, los colores y las especias de la India, dando lugar a platos sabrosos y llenos de intensidad de sabor y color.

Recomendaciones: Aunque en su carta se pueden pedir platos únicamente indios o cántabros, a El Hombre Pez hay que ir a probar su fusión. No pueden faltar la lasaña crujiente de pato y queso Payoyo ni el arroz meloso con carabineros y teja de camarones. De postre, cómo no podía ser de otra manera: la torrija de sobao con helado de canela.
Precio medio: 45€

El Hombre Pez
Calle Velázquez, 102.

Bennu

© Bennu

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Bennu

La inspiración internacional y el producto local son los ejes de la cocina de Bennu, un nuevo restaurante que acaba de abrir sus puertas en la capital donde la cocina saludable y el cuidado del medioambiente son la base de su filosofía. “Queremos un cambio en el mundo y hemos empezado a cambiar la forma de alimentarnos. Se puede mantener una dieta equilibrada teniendo presente el bienestar del cuerpo, del planeta, los animales y las comunidades agrícolas”, explica Ana White, su propietaria. Y es que la Bennu, además de estar inspirada en las gastronomías del mundo busca crear platos divertidos, equilibrados y saludables a través de técnicas culinarias que eviten la pérdida de vitaminas y minerales de los alimentos.

Recomendaciones: Los platos para compartir son la esencia de la casa. No se falla con unas arepitas de avena con tartar de atún, con el aguacate asado con manzana, hierbas y yogur ni con el ceviche de corvina con boniato. Como platos más contundentes, pero también ideales para picar entre varias personas, está el risotto de cebada y champiñones, el shakshouka de tomates y pimientos con huevo y queso feta o el pulpo a la brasa con mojo coreano, coliflor y boniato.
Precio medio: 25€.

Bennu
Calle Sandoval, 10.

Piri Piri

© Piri Piri

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Piri Piri

Si te gusta el pollo, Piri Piri es tu sitio porque aquí el protagonista es el frango -pollo- portugués al carbón, una receta que conecta con la gastronomía y la tradición culinaria más típica de Portugal. De hecho, el nombre del local, Piri Piri hace referencia a la salsa que acompaña este plato, la salsa piri-piri -elaborada con chiles, ajo, aceite y zumo de limón-, además de acompañarse con diversas guarniciones disponibles dentro de su carta como su arroz especial con cacahuetes y arándanos, las patatas asadas, el avocado a la brasa o las verduras a la parrilla. Además, se puede disfrutar en el local o pedir para llevar, como hacen los portugueses.

Recomendaciones: El pollo es sin duda alguna el must de la carta, pero se puede pedir la pieza entera, media o sus alitas, e incluso probarlo en su versión de hamburguesa. También hay otros platos a compartir que no pueden faltar en la mesa, especialmente las croquetas de frango y la salchicha criolla portugesa. ¿De postre? Los pasteis de belem.
Precio medio: 13,50€.

Piri Piri
Calle del Mesón de Paredes, 15.
Calle del Marqués de Valdeiglesias, 5.

Casa Lobo

Callos a la madrileña © Casa Lobo

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Casa Lobo

En la que en antaño fuera la calle del Lobo, llamada así porque según cuenta la historia un cazador tenía colgada a las puertas de su casa una piel de este animal, se ubica el restaurante de un hotel que para la suerte de los amantes de la gastronomía está abierto al público. Si bien es cierto que las cocinas de los hoteles llevan tiempo queriendo llegar a otra clientela, Casa Lobo es uno de esos locales que se convierten en must dentro de la ruta gastronómica de la capital. Su cocina está en manos de Fernando P.Arellano, con dos estrellas Michelin, y de D’Angelo Bishop -chef ejecutivo-, un tándem que ha logrado crear una propuesta gastronómica que rememora las antiguas casas de comidas madrileñas en una calle que no puede tener más historia, pues en 1853 era una de las zonas más concurridas de la vida social madrileña.

Recomendaciones: La carta, pensada para compartir, es un homenaje al recetario tradicional castizo. Como entrantes son casi obligadas las croquetas de jamón -semilíquidas, toda una delicia-, las bravas y el paté fino de ave y foie gras al oporto. Entre los paltos principales es difícil elegir, aunque sus callos a la madrileña y los canelones de rabo de toro estofado merecen ser probados. De postre, indudablemente, sus natillas nostálgicas o su tabla de quesos.
Precio medio: 45€.

Casa Lobo
Gran Hotel Inglés. Calle Echegaray, 8. Madrid.

Asia Gallery Lagasca

Dumpligs de cerdo © Asia Gallery Lagasca

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Asia Gallery Lagasca

Al mítico y de sobra conocido “chino del Palace”, por ser considerado uno de los precursores y máximos representantes de la cocina cantonesa en España desde hace 17 años, le ha salido un hermano pequeño, elegante, moderno y a pie de calle, Asia Gallery Lagasca. Un local en el que la cocina china imperial se pone a disposición de la clientela para descubrirles, a través de diferentes pasos, un viaje por el país asiático. Este recorrido es recomendable hacerlo con uno de sus menús más interesantes, el llamado Palace Edition, que recoge algunos de los platos más emblemáticos de su buque insignia ubicado en el Hotel Palace de Madrid, o bien seleccionando algunos de los platos de su carta y creando un menú propio.

Recomendaciones: Como entrante la ensalada de setas Bang Bang es una sorpresa para los sentidos y permite comenzar sumergiéndose de lleno en la cultura china. La selección de dim sum es de obligada comanda junto a las vieiras tempurizadas con mayonesa picante. De segundo no hay alternativa: el pato asado cantonés acompañando de sus noodles.
Precio medio: 45€. Menú Palace Edition: 26,50€ (se sirve de lunes a viernes a mediodía).

Asia Gallery Lagasca
Lagasca, 82.

Garaje Lola

© Garaje Lola

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Garaje Lola

En un lugar poco -o nada- turístico, acaba de abrirse un nuevo espacio creativo que tiene la intención de revolucionar las noches de Madrid. Un proyecto, dirigido por Emiliano Suárez, que combina la música, el arte moderno y la gastronomía. Así es Garaje Lola, el nuevo agitador cultural de la ciudad ubicado en el madrileño barrio de Tetuán. Y es que, además de música, sobre todo lírica y música clásica, y del arte contemporáneo que va a estar rotando por sus paredes, la gastronomía también tiene un lugar central dentro del proyecto. Durante los meses de octubre, noviembre y diciembre el cocinero Pablo Díez de Can Deu, junto al equipo de los Cervecistas, elaborará diferentes menús centrándose en los productos de temporada.

Garaje Lola
Sorgo, 53.

Beirutista

Selección de hummus en Beirutista © Beirutista

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Beirutista

La cocina libanesa más tradicional ha aterrizado en Madrid para hacerse un hueco en la ruta gastronómica de los foodies. Esta cocina, poco conocida hasta la fecha, viene con una propuesta que tiene la intención de abrir los paladares a nuevas experiencias culinarias para lograr trasladarnos, aunque sea por unos instantes, a las calles del Líbano. Su carta se centra en la cocina libanesa de casa, la de las madres y abuelas, y la que se puede comer en cualquiera de las calles de Beirut, basada en las legumbres, los vegetales, los frutos secos, las semillas y hierbas aromáticas, las carnes ahumadas y el aceite de oliva.

Recomendaciones: Aunque su carta es concentrada, ha sido especialmente creada para compartir y disfrutar con las manos. Una de las especialidades de la casa, que no hay que dejar de recomendar, es el manoushe -una fina masa que se acompaña con queso libanés, tomate y rúcula-. Un hummus o el moutabal -berenjena asada- tampoco pueden faltar en la mesa. Y, como plato fuerte, un shawarma.
Precio medio: 20-25€.

Beirutista
Calle de Ruiz, 20.