¡Que paren las rotativas! Champagne es, también, una región. Puede que su producto fetiche, este vino espumoso, sea mucho más famoso que sus paisajes y ciudades, lo que no quita que no merezca la pena recorrer sus viñedos. Y más cuando se hace en busca de uno de los personajes más relevantes de la historia de la viticultura; Pierre Pérignon, venerado como Dom después de que lograra crear un elixir con el que se bebían “las estrellas” según sus propias palabras.