La costa atlántica que bordea la Península Ibérica es uno de los road trip que se debe hacer (al menos) una vez en la vida. Es el símil perfecto de la Costa Oeste americana, pero mucho mejor. Empezando por la gastronomía y terminando por los paisajes. Y es, en ese momento en el que se finaliza la ruta, cuando comparando no tienen nada que envidiarse la una a la otra. Un trayecto lleno de hoteles de lujo y localizaciones que dejan perplejo. Porque el producto de la tierra y las raíces definen la evolución de las culturas, en cada una de estas paradas encontrarás la historia del edificio que lo acoge, su gastronomía y las posibilidades que ofrece.