Gastronómicamente hablando, Santiago de Chile está que arde. Sus regiones, sus barrios y sus calles están viviendo una emergente ebullición culinaria que no hace otra cosa que poner de relieve la riqueza de insumos y de talentos de un país que todavía tiene mucho que contar en términos de cocina.
El compás de cocineros y cocineras que están revolucionando la gastronomía chilena desde su capital y regiones está compuesto no solo de caras ya conocidas si no, también, de jóvenes chefs que están aportando una nueva visión de su país al resto del mundo a través de sus elaboraciones. La vuelta a los orígenes mapuches, la inspiración en la cocina criolla o las recetas tradicionales, el uso estricto de las temporadas y la recuperación del uso de los productos de mar, son algunos de los ejes que guían las líneas de trabajo de estas nuevas caras. La revolución gastronómica de Santiago de Chile ha comenzado y estos locales y sus jóvenes cocineros y cocineras son los responsables de esta nueva andadura.