Con el grito O´zapft is!, se da por inaugurada la Oktoberfest, la Fiesta de la Cerveza en Múnich. Desde hace más de 180 años, la capital de Baviera celebra este festival que se ha proclamado como el evento popular más grande del mundo. Desde el día 17 de septiembre y hasta el 3 de octubre en la explanada de Theresienwiese, las casetas de las productoras históricas de cerveza de Múnich acogen a los siete millones de visitantes que año tras año acuden a la cita.
Cervecerías históricas
El primer día de la Oktoberfest todos los habitantes de Múnich se dirigen en desfile hacia el recinto de la fiesta, custodiando los carros de las cervecerías que transportan el «oro líquido». Ésta no queda inaugurada hasta que el alcalde de la ciudad no introduce el grifo en una de las grandes cubas y la cerveza comienza a manar. Durante las dos semanas siguientes se servirán hasta seis millones de litros de cerveza en grandes jarras de un litro.

Las principales cervecerías históricas tienen sus casetas en el interior del recinto que también acoge un gran parque de atracciones y multitud de puestos de comida. Las famosas y deliciosas cervezas Paulaner, Spaten, Hofbräu, Hacker-Pschorr, Augustiner y Löwenbräu se sirven en grandes mesas corridas en sus respectivos pabellones, donde además se pueden degustar los platos bávaros tradicionales como todo tipo de wurstel, brezel y pollo asado.

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Una boda real
La primera Oktoberfest se celebró el año 1810, con motivo de la boda del príncipe heredero bávaro Ludwig con la princesa Therese von Sachsen-Hildburghausen. La fiesta, en la que también hubo carreras de caballos y otras atracciones, fue tan popular que se volvió a celebrar el año siguiente y acabó convirtiéndose en una tradición cuya celebración sólo ha sido interrumpida por fuerzas de causa mayor.
A la tradición histórica de la Oktoberfest, hay que añadir la tradición cervecera de esta zona de Alemania. Se afirma que en Baviera se elabora la mejor cerveza del mundo. Desde el siglo XVI rigen en esta región fuertes leyes que regulan su producción, ingredientes y método de elaboración. Sólo agua, lúpulo y cebada para conseguir la llamada «Pureza bávara», decretada por el duque William IV en el 1516.

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El recinto de la Oktoberfest permanece abierto todos los días desde las diez de la mañana hasta pasadas las diez de la noche; la entrada es libre aunque para degustar una jarra de litro de la famosa cerveza bávara hay que tener asiento y se recomienda tener una reserva previa en alguna de las casetas. Los precios del litro de cerveza oscilan entre los ocho y los diez euros. Un total de doce mil personas atenderán a los siete millones de visitantes que van a visitar la Oktoberfest durante sus quince días de duración.