Que la industria alimentaria sea la tercera más contaminante del mundo no es ninguna sorpresa. Y tampoco que cada vez sean más los chefs que alzan la voz en busca de soluciones. El cambio climático, la suciedad de los mares y las toneladas de comida que se desechan al año afectan a toda la sociedad y a la forma en que evolucionamos. De ahí que numerosos personajes públicos relacionados con los fogones estén sirviendo de ejemplo y movilizando a la población en esta búsqueda de soluciones.