guía gastronómica

Zaragoza está riquísima: los mejores restaurantes, bares y pastelerías

Desde el imprescindible ternasco de Aragón hasta las opciones veganas, el tapeo obligatorio y la pastelería más tradicional.

Zaragoza es una ciudad fantástica para todos aquellos que son de buen comer. Con El Tubo como templo de las tapas y una gastronomía tradicional basada en el buen producto que le otorga la tradición agrícola y ganadera del territorio, la capital aragonesa no puede estar más sabrosa. En definitiva, una ciudad donde tienen cabida desde las migas y el ternasco de siempre hasta las innovaciones, como el foie con pichón y anguila o la ensaladilla de cuento.

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cancook plato. Cancook

Cancook

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Cancook

Ramsés González, quien dirige el renovado Cancook, es uno de los chefs más jóvenes de España en obtener una estrella Michelin, además de sus dos Soles Repsol. Este 2022, el restaurante, que hasta ahora estaba a las afueras, se ha trasladado de nuevo al centro, donde sus inicios, para renovar la experiencia del comensal. Al entrar al restaurante, el cliente seguirá el mismo camino que realizan los alimentos cuando llegan al local.

Tras una parada en la despensa, la cocina I+D y una bodega con más de 500 vinos, el menú se sirve en una sala donde solo caben 25 comensales. La vajilla, realizada por personas con discapacidad intelectual de la Fundación Atades, se llena de productos, la mayoría de proximidad, con un preparado cercano a la cocina aragonesa, pero también vanguardista. Platos como la ensaimada de cebolla o el milhojas de piparra, botarga y almendra se coronan con finales como el que aporta el té matcha con hierbas y pino.

facebook zurita. Mercado y Vermú Zurita

Mercado y Vermú Zurita

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Mercado y Vermú Zurita

Un mercado en miniatura, acogedor y lleno de opciones es como se presenta este espacio de la calle Zurita, donde no solo se venden productos de artesanos y productores cercanos, como son panes, carnes, encurtidos, salazones, aceites, conservas, vinos y vermuts, entre otros, sino que también se degustan en sus mesas.

La carta se rige por lo siguiente: Todo lo que se degusta en sus mesas se puede comprar en sus estanterías, desde los ingredientes de las tapas hasta las bebidas que se sirven. Funcionando como si de un puesto de mercado se tratase, la decoración del lugar y la amabilidad de sus tenderos hacen que de gusto no solo ir a comprar, sino quedarse a tomar algo e incluso llevarse la comida a casa.

meli melo2. Méli Mélo

Méli Mélo

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Méli Mélo

Tanto el Méli Mélo original como el segundo, abierto en el Tubo, nacieron con la vocación de salirse de lo habitual y diferenciarse. El primero de ellos, abierto en el centro histórico, busca hacer tapas de toda la vida de forma distinta, con una presentación desenfadada, jugando con texturas y sabores, pero cuidando la materia prima. Mientras que en el hermano mayor se disfruta tanto del tapeo como de los platos tradicionales, en el hermano menor las raciones creativas, tanto saladas como dulces, se suman a cafés de media tarde y cócteles nocturnos.

Desde la patata asada rellena de ternasco hasta la butifarra de setas con borraja y alioli de moscatel gratinado, los bocados que ofrece el Méli Mélo no son otra cosa que platos llevado a un formato divertido rodeado de un espacio elegante y cuidado siempre repleto de gente que valora la contemporaneidad de las recetas y sus curiosas mezclas, a las que hace referencia su nombre.

Gente Rara - Gravitar Estudio. Gente Rara

Gente Rara by Gravitar Estudio

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Gente Rara

Un año ha cumplido este restaurante y ya cuenta con un Sol Repsol y una lista de espera de cuidado. Este antiguo taller mecánico reconvertido en una cocina vista tiene una gran capacidad, pero solo 25 comensales tienen el placer de sentarse a sus mesas o a su barra. El minimalismo es la marca de la casa, que Cristian Palacio y Sofía Sanz abanderan en recetas como el foie con pichón y anguila, cocinados con un aderezo de sangre de cerdo.

Tres menús de precio cerrado componen toda una experiencia que pretende cuidar al máximo el detalle, con productos de calidad como el aceite solidario de Mi Olivo o los frutos secos de un pequeño productor oscense. La cocina, que se convierte en un espectáculo, resulta divertida, pero también comprometida con la sorpresa, el atrevimiento, el territorio y el sabor, todo concentrado en un local donde la relación calidad precio es demasiado buena para pasar desapercibida.

baobab3. Baobab

Baobab

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Baobab

Cuando alguien piensa en los platos más típicos de la ciudad, uno de los que más viene a la mente es el ternasco, pero ¿hay lugar para los vegetarianos? Pues Baobab es la respuesta. Una cocina 100% vegetariana que consigue llenar el estómago y el espíritu de los comensales desde 2005. El uso de productos ecológicos y de comercio justo es uno de los pilares de un restaurante donde se cuida al detalle el proceso artesano, la producción local y el entorno.

Boquerones de berenjena o croquetas de calabaza son algunas de las delicias que los vegetarianos (y los amantes de los vegetales) pueden comer para abrir boca. En su carta, sopas, ensaladas y principales, como arroz al curry verde, y un menú degustación, donde probar platos tan divertidos y curiosos como croqueta de qüorn y curry o ravioles de pera e hinojo.

Los Xarmientos

Los Xarmientos

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Los Xarmientos

En una guía por Zaragoza no puede faltar una parrilla típica, pero Los Xarmientos es mucho más. Su cuidada propuesta gastronómica se basa en productos de proximidad y, en especial, en la huerta zaragozana. La brasa caldea el ambiente y supone el sello distintivo de los pescados y las carnes que se sirven en sus mesas.

La cocina tradicional de esta parrilla se basa en recetas conocidas de la gastronomía aragonesa, como son las costillas de ternasco, el entrecot o los xarmientos cocinados a la brasa, el confit de pato a la naranja o las migas a la borjana con huevo. Todo un despliegue de cocina aragonesa para los amantes de lo tradicional.

Casa Pedro

Casa Pedro

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Casa Pedro

En pleno centro histórico de Zaragoza, con más de 70 años sobre sus espaldas, Casa Pedro es todo un referente de la gastronomía de la capital aragonesa. Los hermanos Luis y Javier Cercas fueron quienes tomaron las riendas, hace ya 16 años, de un restaurante familiar en el que la propuesta gastronómica ha crecido de una cocina tradicional a una con un toque más actual y creativo, sin dejar de lado las raíces, pero con técnicas y productos nuevos que han aportado chispa a ese pasado al que no quieren renunciar.

La reinvención de esas recetas de toda la vida pone sobre la mesa sabores potentes y texturas únicas, en formato de pequeños bocados y un menú degustación. Su carta esconde delicias como los canelones de pintada con trompeta negra y salsa de boletus, el pulpo asado a la parrilla con mojo de tomates semisecos y emulsión de aceituna negra o postres como el cremoso de chocolate con bizcocho de boniato y naranja y toffee crujiente.

Bar Estudios

Bar Estudios

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Bar Estudios

La calle que le da nombre podría oler perfectamente a queso, pues son más de 40 las variedades de este lácteo, tanto de cabra, como de oveja o vaca, casi todos artesanos y de leche cruda. El Bar Estudios tiene un gran surtido de platos con queso, ya sea rallado, en salsa, a trozos, como aderezo o en tabla, acompañados de patés, embutidos y ahumados para complementar y potenciar su potente sabor.

Su fama y su calidad le ha valido un Solete Repsol, y no es de extrañar. Este emblemático local también cuenta con ensaladas y tostadas, hechas con delicioso pan de hogaza, y acompañadas de un buen vino. Con décadas a sus espaldas, lo mejor es dejarse llevar por los consejos de los avezados camareros y disfrutar probando la amplia gama de quesos que se ofrecen en su extensa cava.

Nola Gras

Nola Gras

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Nola Gras

Una fusión de culturas habita entre las paredes de este restaurante, capitaneado por el chef Álex Viñal. Criollos, afroamericanos, caribeños, latinoamericanos, chinos y europeos unen sus sabores, olores y tradiciones en una oferta que plaga los platos de vanguardia. Nola Gras ofrece pequeños bocados de autor, con comida callejera moderna, como una hamburguesa de chuletón y, sobre todo, delicias para compartir.

Con su propia ginebra, de toques picantes y dulces y aromas y sabores únicos, este restaurante también se atreve con las preparaciones dulces, donde el chocolate es el ganador y la tarta de queso, la reina. La ensaladilla de cuento o la tapa Amazonas son algunas de las preparaciones que han ocupado su carta, al igual que el umami marino, la tapa ganadora del Concurso de Tapas Zaragoza de 2021.

bodega chema. La Bodega de Chema

La Bodega de Chema

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La Bodega de Chema

A pesar de que el cabrito lechal asado es la especialidad de este local, lo cierto es que La Bodega de Chema brilla tanto por su cocina tradicional como por las innovaciones con las que se lanza a la aventura, pero que siempre aciertan entre los comensales. Más allá de la trufa negra y las setas de temporada, la rotación de temporada de la huerta tiene gran importancia en sus platos, al igual que sus sorprendentes postres.

Además de menús diarios, cuentan con Las Noches de Baco con coctelería en directo, jornadas gastronómicas, menús de maridaje y otros para fechas especiales. Es difícil escoger entre huevo pochado con sopa de foie, aire de trufa y sal de olivas negras o cocochas de bacalao y ñoquis de calabaza con setas de temporada y gambas, pero lo que es seguro es que ninguno, al igual que el resto de los platos de la carta, defraudará.

Palomeque

Palomeque

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Palomeque

Una pequeña calle peatonal del centro de la ciudad esconde un bistró con encanto con un cuidado especial por el vino. Jesús Miguel de Arlés, fundador de la Asociación Aragonesa de Sumilleres, es uno de los propietarios de Palomeque, con lo que los buenos caldos están garantizados, del mismo modo que el valor por las DO aragonesas. Hasta las paredes del baño están decoradas con viejas etiquetas de botellas de coñac, y los botelleros son los que dan la bienvenida al espacio.

En cuanto a sus delicias de cuchillo y tenedor, las especialidades de temporada son lo que más abunda en sus mesas: Carpaccio de ternera con queso de cabra, jamón de Teruel y el típico ternasco de Aragón. Que no asusten las cantidades: muchos de sus platos tienen medias raciones, algo que hará las delicias de los clientes que no puedan resistirse a probar varias preparaciones. Las clásicas frutas de Aragón pondrán el colofón, junto a un vino dulce, de una comida en un ambiente agradable y familiar.

Pastelería Ascaso

Pastelería Ascaso

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Pastelería Ascaso

La historia de la Pastelería Ascaso comienza en 1890 en Huesca, de la mano de Manuel Ascaso Laliena. Seguido de tres generaciones más, el negocio acabó convirtiéndose en un referente de la innovación y la investigación en la pastelería y la bollería fina. Creadores del famoso Pastel Ruso, un dulce cuya receta sigue siendo un secreto de familia, ahora son cuatro los obradores que dirigen, donde elaboran dulces bajo la premisa de la “pastelería razonada francesa”.

Más allá del Pastel Ruso, hecho de avellana, almendra, praliné y clara de huevo, tienen productos como la Corona Catalina de Aragón, un dulce de mazapán con agua de rosas, yema azafranada y compota de pera con jengibre, o sus lamines, bombones de chocolate maridados con sabores muy aragoneses. Panettones, glorias, amandines, abades, alfarahes, turrones y muchos más dulces son el dulce y perfecto final para una visita a Zaragoza.