Miel, lavanda, almendras dulces, aceite de oliva e incluso agua de Ibiza. Ya sea en forma de extractos, aceites esenciales, mantecas, ceras o aromas, nada mejor que los productos de la tierra para cuidar el cuerpo, también por fuera. ¿La razón? El organismo sí los reconoce, y esto se traduce en un mayor aprovechamiento de sus propiedades además de que se reduce enormemente el porcentaje de posibles alergias o problemas en la piel.
Desde el centro de la Península Ibérica hasta las islas Baleares, este recorrido descubre los lugares más asombrosos en los que encontrar algunos de los productos que están revolucionando el mundo cosmético.