De almacén al olvido
La estancia se descubrió en 1975, cuando Paolo Dal Poggetto -entonces director del Museo delle Cappelle Medicee-, encargó al restaurador Sabino Giovannoni que realizara algunas pruebas de limpieza en un estrecho pasillo bajo el ábside de la Sacristía Nueva, durante una inspección preliminar en busca de un espacio adecuado para una nueva salida del museo. Hasta 1955, se había utilizado como almacén de carbón. Después, estaría inutilizada y cerrada durante décadas bajo una trampilla completamente cubierta por muebles apilados.
El restaurador encontró, bajo dos capas de yeso, una serie de dibujos murales de figuras, trazadas con palos de madera carbonizados y sanguina, que Dal Poggetto atribuyó en su mayoría a Miguel Ángel. El entonces director planteó la hipótesis de que el artista se había refugiado en la pequeña habitación en 1530, cuando el prior de San Lorenzo, Giovan Battista Figiovanni, lo escondió de la venganza del papa Clemente VII, furioso porque el artista -durante el periodo en que los Médici fueron expulsados de la ciudad- había ejercido de supervisor de las fortificaciones durante el breve periodo de gobierno republicano (1527-1530).
Tras obtener el perdón de la familia, al cabo de unos dos meses, Miguel Ángel volvió libre y reanudó sus encargos florentinos, hasta que en 1534 abandonó definitivamente la ciudad con destino a Roma. Los dibujos, que siguen siendo objeto de estudio, fueron realizados, según la tesis de Dal Poggetto, durante el periodo de "autorreclusión" del artista, quien habría utilizado las paredes de la pequeña habitación para "esbozar" algunos de sus proyectos, entre ellos obras para la Sacristía Nueva, como las piernas de Giuliano de' Medici, duque de Nemours, citas de la Antigüedad, como la cabeza del Laocoonte, y proyectos referidos a otras esculturas y pinturas.

Habitación secreta de Miguel Ángel, Museo de las Capillas de los Médicis, Florencia. Foto: Francesco Fanfani, Cortesía Musei del Bargello
Las visitas a la sala secreta de Miguel Ángel
A la pequeña sala, de 10 metros de largo por 3 de ancho y 2,50 metros de altura en el vértice de la bóveda, se accede desde la Sacristía Nueva, a través de una escalera estrecha y angosta. Por el momento y hasta el 30 de marzo de 2024, el acceso solo podrá hacerse con cita previa y en grupos reducidos de un máximo de cuatro personas para controlar las condiciones cambiantes de la sala en relación a la afluencia de visitantes. Debido a estas limitaciones, el número de visitantes por semana no superará los 100.
Durante esta fase experimental, el Opificio delle Pietre Dure se encargará de vigilar la sala, que contará con un sistema de luz LED alternada con periodos prolongados de oscuridad. Los visitantes podrán estar un máximo 15 minutos, acompañados por el personal de seguridad del Museo, en los horarios de apertura: los lunes (a las 15:00, 16:30 y 18:00), miércoles (a las 9:00, 10:30, 12:00, 13:30, 15:00, 16:30 y 18:00), jueves (a las 9:00, 10:30, 12:00, 13:30 y 15:00), viernes (a las 15:00, 16:30 y 18:00) y sábados (a las 9:00, 10:30, 12:00, 13:30, 15:00, 16:30 y 18:00).

Habitación secreta de Miguel Ángel, Museo de las Capillas de los Médicis, Florencia. Foto: Francesco Fanfani, Cortesía Musei del Bargello
La entrada, no permitida a personas con discapacidad y a niños menores de 10 años por motivos de seguridad, costará 20€ por persona (2€ para las reducidas; gratuita para los menores de 18 años) a los que hay que añadir el coste de la reserva obligatoria (3€) y el precio de la entrada al Museo de las Capillas de los Médicis (10€ tarifa completa, 3€ reducida).