Abre The Madrid EDITION: una escalera al cielo de la capital

Sí, esta es la recepción

Superado el ‘Stendhalazo’ y una vez arriba de la escalera se abre paso el imponente vestíbulo de líneas rectas, infinitas texturas y techos ondulados con rompen con la formalidad de esta caja rectangular que representa el corazón del hotel. Como en todos los hoteles EDITION, su verdadera esencia se encuentra en el lobby. Y aquí comienza la fiesta. Los sofás y sillones son de Jean Michel Frank, los taburetes de bronce reciclado de Maison Intègre, las sillas recubiertas de cuerda de Christian Astuguevieille y hay también una elegante mesa de billar que el diseñador Emmanuel Levet Stenne esculpió a partir de una única losa de mármol blanco y que parece haber sido diseñada para ser carne de Instagram. Bienvenidos al espectáculo que es el mundo de Ian Schrager, originalmente famoso por ser el creador de la mítica discoteca Studio 54 y quien ayudó a iniciar la moda de los hoteles boutique en la década de 1980 con la sola idea de ubicar un bar dentro del propio hotel. Visionario como pocos, su penúltimo proyecto ha sido The Edition, una marca creada en sociedad con Marriott. La número 14 de las propiedades de la cadena acaba de abrir sus puertas en la capital, The Madrid Edition, un hotel 5 estrellas que si bien no apabulla, sí rezuma poderío. Aquí el lujo es otra cosa.

¡Viva el barroco de Madrid!

El diseño del hotel es una insólita colaboración entre la pureza y la simplicidad del arquitecto británico John Pawson y el arte, el espíritu y la originalidad del artista afincado en París, François Champsaur. Estos dos planteamientos completamente opuestos hacen que The Madrid Edition haya dado lugar a un resultado bastante inesperado, pero muy resultón.

El hotel se erige en el corazón de un edificio donde se ubicaba la sede del Monte de Piedad, en plena Plaza de las Descalzas. De líneas limpias y modernas, el edificio está únicamente embellecido por un pórtico barroco del siglo XVIII diseñado por el arquitecto español Pedro de Ribera, y que fue rescatado de una antigua edificación cercana. Y a pesar de lo destacable a nivel arquitectónico, esta no es la puerta principal al hotel, sino a uno de sus restaurantes, Jerónimo, del chef mexicano Enrique Olvera, y también al lobby. En la planta inferior se encuentra el espacio dedicado al bienestar, con un acogedor spa gestionado por el propio hotel que, aunque no tiene zona de aguas sí que ofrece tratamientos en sus cinco cabinas en mitad de un espacio de luz tenue y ambiente barroco adornado por antiguos candelabros y maderas oscuras. También aquí se encuentra el gimnasio y, con una apertura prevista para finales de 2022, un espectáculo de ocio nocturno que espera hacerse un hueco en la legendaria noche madrileña del que la cadena no quiere aportar más datos.

México, Perú, Madrid

Junto al jolgorio de diseño y diversión, la gastronomía es también uno de los puntos fuertes de Edition, y la oferta culinaria pensada para Madrid no iba a ser menos. De esto se encargan dos primeras espadas de la gastronomía mundial, Enrique Olvera y Diego Muñoz, a los fogones de dos diferentes conceptos, una cantina mexicana de nombre Jerónimo liderada por Olvera y, Oroya, el restaurante asiático japonés de Muñoz.

Situado en la Plaza de las Descalzas, con su propia entrada por el pórtico barroco, Jerónimo ofrece una auténtica cocina influenciada por la autenticidad y generosidad de la gastronomía de México y la excelencia del producto local. El restaurante en sí es un espacio de varios ambientes en donde se respira México por cualquier parte, desde el colorido hasta la arquitectura, con altas dosis de influencia de Barragán. En el menú destacan deliciosos platos como su Tostada de Salpicón de Bogavante con sikil pak, Calamares a la Veracruzana o su flan de calabaza con caramelo de vermut. En el menú de bebidas incluye una selección de margaritas como el Jerez Margarita: Manzanilla, vermut, curaçao seco y lima como una exquisita selección de mezcales.

Oroya, el restaurante dirigido por el chef peruano Diego Muñoz, cuenta con un espacio muy colorido en la azotea del hotel, que está enmarcado por unas estructuras de acero revestidas de plantas trepadoras y paneles de cristal de colores que crean juegos de luces. El restaurante ofrece un relajado menú de tapas con platos para compartir, como los ceviches, la Papa Rellena y el Ha-Kao sobre caldo de Parihuela, que cuentan la historia cultural de Perú con influencias de España, África, Italia, China y Japón. Estos platos se pueden acompañar con cócteles a base de pisco, como el famoso Pisco Sour y el Capitán, o con una copa de vino de la carta elaborada por el sumiller Julio Barluenga.