Este año no hay Sant Jordi. No al menos el acostumbrado, ese en el que se sale a la calle en avalancha, a pasearse con rosa y libro, a regalar y dejarse regalar, a tomar y celebrar. El gremio de libreros de Cataluña confía en poder hacerlo así el 23 de julio, fecha oficial a la que se ha pospuesto. Este año tampoco se celebran los actos oficiales del Premio Cervantes, ni ningún evento por el Día del Libro.
Pero esto no significa que el 23 de abril —Sant Jordi, el día de la rosa y del libro, el día de la muerte de Cervantes y Shakespeare o el Día Internacional del Libro— no se celebre como merece, aunque sea bajo el confinamiento al que obliga la crisis sanitaria causada por el coronavirus. Al menos, este año tanto da el tiempo que haga… Casi mejor si llueve o está nublado. Se disfruta mejor de la lectura en casa si en la ventana no aparece un cielo azul.