
Paisajes marítimos
Originario de Le Havre, a Dufy siempre le atrajeron los paisajes marineros que rodearon su vida, desde su Normandía natal al Mediterráneo, frente al cual está enterrado. El mar, los barcos, los puertos y paseos marítimos fueron su primera fuente de inspiración, que prevaleció a lo largo de su carrera, a pesar de nuevos estilos y temáticas. De ellos le interesaban tanto el espectáculo natural y la intensidad de la luz y los reflejos en el agua, como las fiestas y la animación de aquellos lugares frecuentados por una sociedad mundana con la que el pintor convivió entre las dos guerras mundiales.
La exposición de Aix-en-Provence muestra cómo Dufy plasmó la luminosidad del Atlántico normando y de la mediterránea Provenza, tal y como antes habían hecho algunos de los pintores que más admiró, entre otros Paul Cézanne. Es pues una oportunidad para apreciar el virtuosismo y la obra de este artista que destacó en varios estilos y temáticas.

«Autorretrato» (1898), Raoul Dufy / Musées de la Ville de Paris / © ADAGP, Paris 2022
Un normando en la Provenza
Raoul Dufy nació en 1877 en El Havre, localidad de la Normandía francesa. Tras una adolescencia dispersa, cuando tenía dieciocho años comenzó a recibir clases de arte en la Escuela de Bellas Artes de Le Havre. En 1900 obtuvo una beca que le permitió estudiar durante un corto periodo en la Escuela de Bellas Artes de París, donde fue compañero de Georges Braque, uno de los impulsores del cubismo.
En sus inicios Dufy pintaba bajo la influencia de paisajistas impresionistas como Claude Monet y Camille Pissarro, con un trazo vigoroso y espontáneo. En 1909 entró en contacto con la obra de Paul Cézanne que le llevó a adoptar una técnica más sutil y también a instalarse en la Provenza. Tras experimentar con varios estilos más, no fue hasta 1920 cuando Dufy empezó a desarrollar su propio enfoque distintivo.
De aquellos años en la Riviera francesa, el pintor dejó un amplio legado de temática marinera, desde regatas de barcos de vela, a luminosas vistas, fiestas junto al mar, carreras de caballos y otras actividades al aire libre. Dufy murió cerca de Folcalquier el 23 de marzo de 1953 y está enterrado no muy lejos de Matisse en el cementerio monacal de Cimiez, un exclusivo barrio de Niza, donde pueden visitarse el Museo Nacional Marc Chagall y el Museo Matisse, ambos ubicados en elegantes villas con jardín.

«Paisaje de Provenza» (1905), Raoul Dufy / Musée d'Art Moderne de la ville de Paris / © ADAGP, Paris 2022
Tras los pasos de Cézanne
Fue en 1908, durante un viaje al sur de Francia en compañía de Georges Braque, cuando Dufy recorrió las tierras de Cézanne. Siguiendo su huella, los paisajes que pintó en Marsella, La Ciotat, Martigues y Vence muestran cómo el artista normando recurrió a los procesos pictóricos de Cézanne. De regreso a París en 1909, Dufy acompañó a su amigo el pintor de Le Havre Othon Friesz a Múnic, donde continuó su búsqueda estética, probando suerte con algunos cuadros cubistas. Pero a su regreso, entre los años 1910 y 1915, mientras Braque se adhería al cubismo, Dufy recuperó la pasión por Cézanne y continuó explorando el legado del maestro postimpresionista, experimentando con los mismos motivos que este había tratado.

«Regatas con gaviotas» (1930), Raoul Dufy / Musée d’Art Moderne de la Ville de Paris / Paris Musées / Musée d’Art Moderne, © Adagp, Paris, 2022
Bienvenidos al Sur
Fue durante su estancia en Provenza donde la paleta de Raoul Dufy se enriqueció con los colores y luces del luminoso sur francés, con ocres, verdes y rojos de los paisajes de L'Estaque, Marsella, La Ciotat, Martigues o Vence. Los cálidos tonos anaranjados impregnan incluso las vistas interiores, en particular las que realizó de su estudio en Perpiñán. El azul del mar y del cielo permaneció en el centro de una incesante investigación en torno a los motivos recurrentes del pintor: bañistas, fiestas náuticas, paisajes costeros, regatas de barcos...

«La bañista» (1913), Raoul Dufy / Musées Royaux des Beaux-Arts de Belgique, Bruxelles, Collection Particulière. © Christie's Images / Bridgeman Images / © ADAGP, Paris 2022
El nacimiento de un estilo
Junto al mar, los barcos y los enclaves marineros que fueron su primera fuente de inspiración, manteniéndolos siempre presentes, Dufy empezó a interesarse tanto por el espectáculo natural como por sus protagonistas. Lo plasmó en su aplaudida serie «Bañistas», compuesta por cuadros de impresionante monumentalidad y originalidad.
La Grande Baigneuse es sin duda la obra maestra de aquel período de Dufy. Sentada de frente, con la cabeza inclinada y las piernas cruzadas sobre un paño blanco que cubre una roca, esta figura escultórica, con curvas y formas rellenas, encarna tanto la modernidad de su tiempo como cierto clasicismo a través de su referencia al neoclásico Jean-Auguste-Dominique Ingres. También evoca la imaginería popular, las vidrieras medievales, la xilografía y el primitivismo en la densidad de los volúmenes, la intensidad cromática, el tacto tramado y la estilización del rostro.

«Ramo de iris y amapolas» (1948), Raoul Dufy / Paris Musées / Musée d'Art Moderne de la Ville de Paris © Adagp, Paris, 2022
Dufy ilustrador
La exposición del Hotel de Caumont de Aix-en-Provence incluye las ilustraciones que Dufy realizó para las novelas y colecciones de poemas de escritores famosos de su tiempo. La muestra exhibe sus dibujos en Pour un herbare de Colette, Les Aliments Terres de André Gide, Le Bestiaire de Guillaume Apollinaire o Forced Holidays de Roland Dorgelès.
Dufy también albergó interés por las plantas. Y se convirtió en un afamado autor en la impresión de tejidos entre los años 1910 y 1930, cuando produjo para la empresa de Paul Poiret y la fábrica de seda de Lyon Bianchini-Férier, gran cantidad de motivos florales para textiles que lo convirtieron en un especialista. En 1930 ilustró para la editorial Ambroise Vollard La belle enfant de Eugène Montfort, con dibujos que trataban sobre el sur de Francia: el libro incluía más de cien litografías. Y en la década de 1940 también indagó en la acuarela, dibujando flores silvestres: amapolas, margaritas, lirios, anémonas... Aquellos ramilletes de trazo más improvisado muestran el arte de la síntesis por el que destacó el diseñador. Junto a aquellos bouquets de flores silvestres, los paisajes rurales y agrícolas, y las escenas en jardines fueron los temas principales de sus últimas obras en acuarela.

«Atelier con torso» (1946), Raoul Dufy / Musée d’Art Moderne de la Ville de Paris / Paris Musées / Musée d’Art Moderne, © Adagp, Paris, 2022
Una villa en la Provenza
El Centro de Arte Hotel de Caumont de Aix-en-Provence se halla en un palacete del siglo XVIII, clasificado como Monumento Histórico Francia. Situado a pocos pasos del céntrico Cours Mirabeau, el edificio fue restaurado en 2015 para transformarlo en un Centro de Arte. Abierto a todas las formas de arte, su vocación es presentar dos exposiciones temporales al año, dedicadas a grandes nombres de la historia del arte. El conjunto muestra sus estancias bellamente restauradas con la lujosa estética y mobiliarios que reinaba en la Francia del siglo XVIII. Incluye una sala de proyecciones donde se puede ver el documental Cézanne en el país de Aix. El recinto incluye el Café Caumont, un restaurante gourmet, instalado en las salas históricas de la planta baja y con una hermosa terraza con vista a los jardines.
LA EXPOSICIÓN DE LA SEMANA
Raoul Dufy, la embriaguez por el color
¿Dónde?
Hôtel de Caumont - Centre d’Art
3, Rue Joseph Cabassol, Aix-en-Provence (Francia)
Fechas y horario:
La muestra se inaugura el 6 de Mayo y podrá verse hasta el 18 de Septiembre del 2022, todos los días de la semana, de 10 h a 19 h.
Tarifas de entrada:
Entrada al Hôtel de Caumont- Centre d'Art: 14,50 €. Tarifa Senior, para majores de 65 años: 13,50 €. Tarifa Jóvenes, de 7 a 25 años: 10 €. Tarifa Familiar (2 adultos y 2 jóvenes de 7 a 25 años): 43 €. Menores de 7 años, entrada gratuita.