Lujo sobre esquís

Historia y futuro del único hotel de Andorra con dos pistas de esquí privadas

A 1800m de altitud, la apertura de Serras Andorra eleva el nivel de alojamiento en la nieve con este refugio de lujo para todos los públicos

Hay que remontarse hasta los años 70 para explicar la historia que aquí comienza. Por aquel entonces, la inquietud de la familia Farré, conocida por todos como Casa Canaro, inició su andadura en el sector de la hostelería, y todo comenzó como comienzan las mejores historias: con ambición, valentía y mucho cariño. Así fue como los Farré reconvirtieron una antigua bordas (típica construcción andorrana que servía, y sirve, para guardar el ganado a la montaña) en un restaurante con 5 habitaciones. Se cumplía así el primer hito, no solo en su historia personal, sino en la de toda Andorra.

 

Pero la visión, y la misión, de esta familia andorrana fue más allá. Junto al hotel se construyó una pista de esquí con un telesquí, lo que dio lugar a un mini complejo para debutantes que ha superado los 50 años de historia, y donde ha aprendido a esquiar gran parte de la población local andorrana. Este desarrollo ha dado lugar a dos pistas para debutantes que hoy forman un nostálgico rincón muy querido por los locales en particular y los amantes de los Pirineos en general.

Exterior del hotel Serras Andorra y sus dos pistas de esquí

Foto: Serras Andorra

Suma y sigue, puesto que en 1972 se construyó en esta zona la primera piscina climatizada de todo Andorra, y algunos años más tarde se instalaba el primer cañón de nieve artificial de los Pirineos. La historia del hotel fue sumando capítulos, renovándose y convirtiéndose, junto con las pistas de esquí, en uno de los lugares más emblemáticos de Andorra. En 2021, el hotel es sometido a una profunda renovación y cambia de gestión, aunque ha sido en 2022 cuando Serras Andorra, propiedad hermana de Serras Barcelona, ha comenzado un nuevo capítulo de este hotel. 

 

Sentido hotelero

 

Que todo cambie para que todo siga igual ha sido una máxima en esta propiedad que hoy engloba 57 habitaciones y todo lo necesario para el disfrute de la naturaleza en un formato 365º, porque aquí, aunque lo parezca, no solo se viene a esquiar. Y es en este punto donde entre majestuosas montañas cubiertas de nieve toca conjugar algunos de los verbos preferidos por quienes peregrinan cada año hasta Andorra: relajarse o disfrutar son algunos de los más pronunciados. En un entorno forrado de madera, calidez y buen gusto, el equipo de Serras Collection ha hecho lo posible por dotar de sentido hotelero a este establecimiento, pero sin perder ni un ápice de su alma, además de conservar, y perpetuar, su historia y tradición. 

Habitación en Serras Andorra
Foto: Serras Andorra

Más de dos años de trabajo después, todo apunta a que se ha logrado el tan ansiado objetivo: Serras Andorra es un lugar para todos en un hotel donde gobiernan los patrones de la montaña, pero con mucho estilo: una terraza con DJ, un chef con estrella Michelin o un spa ‘clínico’ que ofrece tratamientos pioneros en Andorra. Amén de ser el único hotel de Europa con dos pistas privadas de esquí gratis para los clientes alojados en el hotel. Y esto solo acaba de empezar. 

 

Gastronomía de altura

 

Producto local, paisaje y la mano y el buen hacer de Marc Gascons (1 estrella Michelin en Els Tinars, Girona) dan fondo y forma a una cocina natural de territorio en la que se actualiza el recetario tradicional catalán con un toque más fresco. En la carta de Bruna, el restaurante principal, se pueden encontrar platos como los canelones de rustido con bechamel de foie, jugo de asado y trufa de verano, el arroz negro con sepia, rape y alioli de anchoa o una extraordinaria selección de carne de vaca Bruna, la raza del Pirineo. Su ‘steak tartar’, cortado a cuchillo y servido con patatas y huevo frito de Calaf, es uno de los platos estrella en una carta donde los productos de proximidad y temporada son la esencia de la cocina. 

Restaurante Bruna
Foto: Serras Andorra

Y todo, servido con unas espectaculares vistas a la montañas de Grandvalira, al abrigo de la chimenea, en la terraza o ante una deliciosa fondue en La Fromagerie de Bruna, toda una oda al queso en un rincón donde encontrar tradicionales platos alpinos como fondue o raclette.

Con un acento más casual, la Snow Terrace del Serras, a pie de pista y con música de Dj los fines de semana, es el lugar donde tomar un aperitivo antes de la comida, en el après-ski o disfrutar de la oferta gastronómica y de ocio sin horarios que comparte carta con el restaurante Bruna. 

En el interior, el Cocktail Bar 42 Grados se dibuja como el escenario idóneo para los amantes de la mixología, con una carta de cocktails clásicos y otros más innovadores que disfrutar en la barra o al abrigo de la chimenea. Aquí no hay reglas ni patrones hoteleros que replicar; en Serras Andorra el huésped puede, y debe, sentirse como en casa en un alojamiento donde todo está pensado para el disfrute y bienestar. Como debe ser. 

Serras Andorra
Foto: Serras Andorra

 

El Nirvana del bienestar

 

Puede que Serras Andorra sea un hotel en la nieve, pero no es un hotel solo para esquiadores. También es un hotel con numerosos servicios orientados a familias, como un fantástico Kids Club o una sala de cine, pero no es un hotel solo para familias. Esta amplia horquilla de oferta dirigida a todos los públicos, desde una escapada para dos a un viaje de negocios, incluye también algo nunca visto en Andorra: del primer espacio de bienestar orgánico y vegano del país, donde se realizan tratamientos de belleza que aportan de una manera holística experiencias para relajar la mente y cuidar el cuerpo. Nada aquí está dejado al azar y así lo ponen de manifiesto las palabras del director general de Serras Collection, Antonio Bignone: “Aspiramos a convertirnos en un destino obligado en el sector del turismo de salud y bienestar”. Y en eso trabajan, en un reto nada sencillo pero ante el que no están solos. El hotel cuenta también con el asesoramiento de la Doctora Adriana Ribé, especialista en medicina estética, además de con una carta de tratamientos únicos en Andorra como el Hydrafacial, una máquina revoluciona recién llegada desde Los Ángeles cuyos resultados generan adeptos una vez finalizado el tratamiento.

La oferta de bienestar se completa con una zona de aguas compuesta por una sauna, cabina de infrarrojos para incrementar la circulación sanguínea, un área relajante con baño de vapor, una pequeña piscina con agua tratada a bajas temperaturas y varias duchas sensoriales en un lugar donde los niños son bienvenidos en un horario acotado hasta las 5 de la tarde. 

Viajar para sentirse bien. Así de sencillo.