El Bali que vale

Hay otro Bali en Bali

Un viaje a un destino frágil empeñado en volver a sus orígenes

Romance, danza y mucha espiritualidad, la indonesia isla de Bali es un compendio de muchos asuntos cuya fórmula da un resultado perfecto: es uno de los rincones más deseados del planeta; una isla en honor al amor y a la relajación. Un rompecabezas de ciudades y empinados arrozales en bancales que conforman un destino que por su intenso olor a clavo, sus interminables playas o por la inagotable sonrisa de sus habitantes, se ha ganado a pulso la fama de la que goza.

 

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Amankila, Indonesia - Elevated Walkway, Suite Entrance High Res 1483. Come, reza, Bali

Foto: Amman

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Come, reza, Bali

Hay que llegar a Bali para seguidamente huir de Bali. Hay que pasar por alto lugares como Kuta para aterrizar en la isla que Elizabeth Gilbert, la famosa escritora americana, supo definir tan bien en Eat, Pray, Love cuya película protagonizó Julia Roberts. Es el auténtico Bali, el receptor de visitantes de medio mundo en busca de la paz, lujo y espiritualidad. Y no hay mejor forma de huir de Bali que eligiendo una combinación feliz de sol, mar y arena, como la que ofrece uno de los primeros hoteles de la isla, el Amankila, una propiedad del pasado que trae de cabeza a instagramers de medio mundo por su belleza impertérrita y su arquitectura casi perfecta. Sin filtros, por favor. Surfistas, descanso y amor con vistas al océano Índico en un hotel donde no hay habitaciones, sino villas, y donde las prisas occidentales son sustituidas por enormes sonrisas orientales.

Amankila, Indonesia - Amankila Suite High Res 1526. Suites de estreno

Foto: Aman

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Suites de estreno

Situado lejos de la caótica península meridional balinesa, Amankila tiene una ubicación única en el este de Bali, en Manggis, y aparece encaramado, imponente, en una colina repleta de vegetación. La arquitectura del complejo, obra de Adrian Zecha y Ed Tuttle, es una estructura que parece como si cayera suavemente en cascada hasta la playa. Aquí no hay fiesta, ni clubes, ni puestos de comida rápida, aquí está el Bali de siempre, dedicado a la naturaleza y al estilo de vida local del que el Amankila forma parte activamente. Más de 30 años contemplan en un hotel por el que el tiempo no parece que haya pasado, y si lo ha hecho, ha sido para mejorar, como lo hacen las recién estrenadas suites con piscina privada y vistas infinitas al océano y al estrecho de Lombok.

Amankila, Indonesia - Three Tiered Main Swimming Pool High Res 1494. Piscina como arrozal

Foto: Aman

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Piscina como arrozal

En el interior, materiales locales como el ratán o la cáscara de coco dan vida a unas villas atemporales, espaciosas y con un irresistible aire de exotismo balinés contemporáneo donde dan ganas de quedarse a vivir. Sin embargo, es el correcto equilibrio de elementos lo que alegra el espíritu, por eso merece la pena salir a descubrir esta propiedad. Seguro la primera parada de la excursión será su piscina de tres niveles, una de las más famosas de todos los hoteles de la cadena Aman en particular y de todo Bali en general. Inspirada en los arrozales de la isla, es el corazón del resort, y el lugar donde divisar algunas de las más bellas puestas de sol. Y esto, en Bali, es decir mucho.

Amankila, Bali - View of Resort High Res 25736. Conexión con el entorno

Foto: Aman

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Conexión con el entorno

No es la única piscina de Amankila, ya que también está la que se ubica junto a la playa privada del complejo, de más de 40 metros y una belleza que hasta abruma. Una empinada caminata para valientes, o un corto paseo en buggy, basta para acceder hasta lo más profundo del valle, un bosque en la playa de arena volcánica repleto de cocoteros y frangipani. Junto a la piscina también se encuentra el Beach Club que, abierto para el almuerzo y para diferentes actividades durante el día, como las clases de yoga, es el lugar perfecto donde relajarse aún más, si es que esto fuera posible. De eso también se encarga su equipo humano, formado en su mayoría por personal de aldeas cercanas que llevan trabajando en Amankila desde hace más de 25 años. Lo de trabajar es un decir, ya que aunque su esfuerzo es evidente, queda claro que nadie del equipo ve el hotel como una obligación profesional, sino como su propio hogar, uno al que todo el mundo está invitado.

Amankila, Indonesia - Ricefields Mount Agung High Res 11474. A gusto del huésped

Foto: Aman

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Todos los Balis posibles

Lo mejor de Amankila es que puede ser lo que el cliente desee que sea, desde experimentar el más absoluto relax hasta disfrutar de un turismo activo por el este de de la isla, donde el viaje transcurre a través de antiguas aldeas como Tenganan hasta templos como Tirta Gangga y Ujung, todo un paseo por el ADN de la región. Bali es lo que se espera de ella, por eso también se puede satisfacer la sed de compras de artesanías, joyas y recuerdos en Candi Dasa, ubicado a solo unos minutos en coche de Amankila.

Amankila, Indonesia - Cooking Class High Res 14840. Comerse Indonesia

Foto: Aman

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Comerse Indonesia

En un lugar sin pavimentar no es de extrañar que tanto las técnicas de cocina como los ingredientes de las recetas sean lo más locales posible, de ahí que en el resort prescindan de la sofisticación que cabe esperar de un hotel de esta categoría en pro de platos donde priman producto y autenticidad. Y afortunadamente, claro. Nadie debería abandonar Amankila sin probar el plato indonesio más tradicional, el Nasi Goreng, aunque con una carta como la que elabora el chef ejecutivo de Aman Indonesia, Shane Lewis, la decisión está difícil. La gastronomía del hotel también se marida con experiencias, como la de ver amanecer en Tirta Sari Bale, un lugar mágico ubicado en colinas del este de Bali, con vistas a los arrozales, los plataneros, la bahía de Amuk o el activo volcán del Monte Agung.

iStock-952105840. Bali que sí

Foto: iStock

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Bali que sí

Hacer méritos, embellecer la tierra y honrar a los dioses son, más que tres mandamientos, toda una filosofía de vida en Bali, sobre todo en este área de la isla donde nunca pasa nada. Ni falta que hace. Todos quieren el Bali auténtico; el de las danzas, la oración y el misterio. El de cuyo pueblo se considera guardián de esta isla de los Dioses. Es la victoria del bien sobre el mal en la isla más espiritual de Indonesia.

Cómo llegar:

Turkish Airlines ofrece vuelos a Denpasar con una conveniente escala en el nuevo aeropuerto de Estambul. Con una frecuencia diaria, la aerolínea turca opera esta ruta con su Boeing 787-9, el avión de última generación más moderno de su flota.