Era una esquina corriente, con sus coches aparcados, los edificios anodinos, los vecinos paseando, el bar de los cafés con leches. Nada destacable hasta que en el solar entre las calles Concilio de Trento y Treball, en el barrio de Sant Martí de Barcelona, comenzaron las obras en 2019. Ahora, una coordenada del mapa urbano que estaba abocada al anonimato ha saltado al estrellato mundial.
Era la más reciente de las bibliotecas de la red de Bibliotecas de Barcelona, pero ahora la Gabriel García Márquez se ha convertido en la mejor biblioteca pública del 2023. El centro ha ganado este lunes el premio que entrega anualmente la Federación Internacional de Asociaciones e Instituciones Bibliotecarias (IFLA) y Systematic.
La Biblioteca Gabriel García Márquez, inaugurada el año pasado, se ha impuesto a las bibliotecas Janez Vajkard Valvasor Krškov Public Library (Eslovenia), la City of Parramatta Library (Australia) y la Shanghai Library East (China). El anuncio se ha hecho este lunes a mediodía en la ciudad holandesa de Rotterdam, durante el Congreso Mundial de Bibliotecas e Información organizado por la Federación Internacional de Asociaciones e Instituciones Bibliotecarias (IFLA en sus siglas en inglés).
La biblioteca, especializada en literatura latinoamericana, que rinde homenaje al colombiano Gabriel García Márquez por ser Barcelona el lugar donde vivió desde 1967 a 1975,pasa a formar así parte del selecto club mundial de librerías revolucionarias. La excepcionalidad es doble: primero, porque es la primera vez que se concede este prestigioso galardón a una biblioteca del sur de Europa; segundo, porque es la más pequeña de entre las pasadas galardonadas, apenas 4.000 m2 frente a gigantes como Missoula Public Library (EE.UU.) con 10.000 m², la Deichman Bjørvika (Noruega) con 13.500 m² y la Oodi Helsinki Central Library (Finlandia) con 18.000 m².

Foto: gentileza suma arquitectura
La Biblioteca Gabriel García Márquez se ha hecho con el galardón, según comunicado de las Bibliotecas de Barcelona, por la buena valoración en los siguientes puntos: “la interacción con el entorno y la cultura local, la calidad arquitectónica del edificio, la flexibilidad de los espacios y servicios, la sostenibilidad, el compromiso con el aprendizaje y conexión social, la digitalización y soluciones técnicas de los servicios, el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible que marca a Naciones Unidas y la visión global del servicio que establece la IFLA”.
La Gabriel García Márquez ocupa un edificio de seis plantas, con una estructura íntegra de madera vista que evoca una pila desordenada de libros y grandes vidrieras que dejan colarse la luz. El espectacular diseño, obra del equipo de SUMA Arquitectura, dirigido por Elena Orte y Guillermo Sevillano, es el factor más mediático de esta biblioteca con ADN popular. El interior no es menos llamativo, con espacios domésticos de gran confort, con rincones alfombrados y hamacas muy solicitadas donde tumbarse a leer. El equipamiento con el que se ha dotado incluye estrategias sostenibles que han permitido obtener la certificación Gold LEED.
En la fachada de la biblioteca se puede leer un fragmento de Vivir para contarla, de Gabriel García Márquez: “La vida no es la que uno vivió, sino la que recuerda y cómo la recuerda para contarla”. Muchos de los vecinos del barrio contarán hoy orgullosos cómo su biblioteca es la mejor del mundo. Hoy parece que el busto del escritor colombiano que da nombre a la biblioteca, obra del escultor Óscar Noriega, parece que sonríe un poco más que de costumbre.