Cruzar un lago artificial en bici es posible. Para poder hacerlo hay que ir hasta Bélgica. En la reserva natural de De Wijers se encuentra este impactante carril bici de 212 metros de longitud que separa las aguas de un estanque lleno de vida animal. La imagen de cruzar el lago artificial como si por obra de Moisés se abrieran las aguas se ha convertido en una de los reclamos más atractivos para los amantes de la bicicleta.