Las salas de cine son más que lugares donde se proyectan películas: forman parte de la historia de una ciudad, de su arquitectura y de la evolución del estilo de vida de sus habitantes. En las últimas décadas muchos cines han desaparecido, otros se han reconvertido en museos, filmotecas e incluso iglesias o gimnasios. Pero aún queda un buen puñado de salas históricas todavía en funcionamiento. Ahí va una selección.