La primera palabra es siempre la más difícil. También el primer paso es el más difícil, como el primer beso. Pero sólo una vez que se da la primera palabra, igual que el primer paso y el primer beso, el mundo comienza a tomar forma. En este caso, con el formato de la colección Tintablanca de ciudades que arranca con Madrid, París y Nueva York y, pronto, continuará con Londres, Roma, Berlín, Tokio, Buenos Aires, Sevilla y Barcelona.
Cada uno de los títulos de la colección es un ensayo compuesto de diez capítulos que se pueden leer de forma independiente, pero que en conjunto completan una imagen particular de la esencia de cada una de las ciudades: gastronomía, patrimonio, arquitectura, personajes que pertenecen al imaginario urbano... Cada volumen escrito e ilustrado por periodistas, escritores, pintores, ilustradores y arquitectos que han vivido y conocen las intimidades de cada una de las ciudades.
El resultado es la suma de dos pasiones: la literatura de viajes y la papelería de lujo. Más que un libro, se trata de un objeto selecto y cuidado que lo mismo viste la estantería de una librería que la pared del salón. Cada página es una vivencia irrepetible y su lectura es la compañía perfecta antes, durante y después del viaje y es que tal vez el mundo sea ya digital, pero el placer sigue oliendo a papel y a tinta.