Hoteles con historia

Cómo un palacio barroco se ha convertido en la terraza más deseada de Sevilla

El hotel Palacio Villapanés es la combinación perfecta del efecto 'wow' con la tradicional hospitalidad sevillana.

Tras una magistral renovación que sacó a este impresionante palacio del siglo XVIII para traerlo directamente hasta el XXI, no es de extrañar que el hotel Palacio Villapanés esté considerado como uno de los mejores hoteles de lujo de Sevilla. Y tal vez del resto de España. Y es que toda la belleza que hizo grande a esta casa palacio barroca permanece, pero a las columnas de mármol, las grandes puertas de madera y los techos abovedados hoy lucen una dosis de tecnología añadida: televisores Loewe, WiFi por todo el hotel e incluso modernos iMac de pantalla plana en las suites.

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Hotel Palacio Villapanés. El agua como banda sonora

Foto: Hotel Palacio Villapanés

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El agua como banda sonora

Declarado Sitio de Interés Cultural desde 2009, este hotel boutique de lujo ofrece la oportunidad de dormir en un auténtico palacio del XVIII con todas, pero todas, las comodidades del siglo XXI. Que el Palacio Villapanés es una joya arquitectónica del barroco sevillano lo prueba el fin para el que fue construido en el 1728 como residencia del almirante Manuel López Pintado, Marqués de Torreblanca de Alajarafe. De ahí le viene su grandiosidad, reflejada en cada uno de sus históricos rincones. También su halo aristocrático. Y la calma. Mucha calma. Puede que esta venga dada por el sentir del agua correr gracias a las múltiples fuentes repartidas por el palacio. Es la banda sonora de este lugar único.

Hotel Palacio Villapanés. Sala de espejos

Foto: Hotel Palacio Villapanés

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Aristocracia en cada rincón

Pero la tradición y la modernidad no es el único maridaje que funciona aquí. A este mix a veces intenso se une la hospitalidad sevillana, y entonces el resultado roza la perfección porque, entre los muchos palacios reconvertidos de Sevilla, este destaca por su majestuosidad y su clase. La sensación aristocrática (techos altos, balcones con contraventanas de madera originales, patios con columnas de mármol y un enorme escudo familiar en la gran escalera principal) se complementa inteligentemente con muebles y sillas de mediados de siglo de la diseñadora Patricia Urquiola, que ha bordado la decoración del hotel con sentido, pero también con infinita sensibilidad.

Suite Villapanes

Foto: Palacio Villapanes Sevilla

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Un palacio con 50 habitaciones

El Palacio Villapanés cuenta con 50 habitaciones, aunque en ningún momento da la sensación de que se superen las 20, y todas ellas están dispuestas alrededor de dos patios. Los detalles conservados de la época dan caché a la sensación histórica del propio edificio, como los pilares de hierro fundido, las puertas altas de madera o los enormes techos. Todas las habitaciones cuentan con televisores Loewe, los teléfonos son de Jensen y el generoso minibar es gratuito. Los baños están prácticamente integrados en la habitación, aunque con la suficiente distancia para que nada incomode. La mayoría ofrecen ducha y también bañera y en todos ellos los artículos de tocador son de Molton Brown, con aroma a naranja y bergamota.

Hotel Palacio Villapanés. Suite Villapanes

Foto: Hotel Palacio Villapanés

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El efecto 'wow'

En la primera planta, sobre el patio principal, hay cinco de las seis suites, y en todas ellas el factor ‘wow’ viene alentado por los artesonados de los techos y las enormes chimeneas de mármol además de por el tamaño de la mayoría de las estancias, con hasta 70 metros2. En cada suite, además, hay un iMac al servicio del huésped, cafetera e irrisibles detalles como una botella de Manzanilla bien fría a punto para ser disfrutada. Es realmente complicado pedir más en un lugar donde cada rincón tiene su propia historia, como la suite del Torreón, que fue el antiguo palomar del palacio y que puede ser la habitación más especial del Villapanés gracias a su techo abovedado de madera, una azotea privada y una hilera de ventanas alrededor. Amén de una bañera de piedra original del XVIII que se puede, y se debe, utilizar.

Hotel Palacio Villapanés. La sutileza al servicio del huésped

Foto: Hotel Palacio Villapanés

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La sutileza al servicio del huésped

Un adjetivo, sutil. Aquí la sutileza está por todas partes, en los detalles, en el ambiente y, por supuesto, en el equipo humano. Vestidos con elegantes uniformes del diseñador Roberto Diz todo es un suma y sigue, con un personal útil que no apabulla y que ayuda hasta dar en el clavo con todo lo que el huésped necesite, tanto dentro como fuera del hotel.

Hotel Palacio Villapanés. Jefe de cocina Jorge Cortés

Foto: Hotel Palacio Villapanés

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Jefe de cocina Jorge Cortés

Aunque si la opción es dentro hay, al menos, tres experiencias que vivir en este hotel de lujo en Sevilla. La primera pasa por reservar mesa en Los rincones del marqués, su restaurante, abierto también al público no alojado. Ubicado en el patio principal del hotel formando parte del contacto histórico del palacio, platos como las croquetas de rabo de toro, la crema fría de aguacate y manzana con tartar de gambas o el magret de pato glaseado con peras confitadas devuelven a la vida a cualquier viajero exhausto y a precios, además, más que aceptables para un espacio de esta categoría.

Hotel Palacio Villapanés. Vistas

Foto: Hotel Palacio Villapanés

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La giralda desde la piscina

Y si Sevilla a pie de calle supone todo un espectáculo no lo es menos desde las alturas. De ahí que sea tan importante el hecho de poder disfrutar del ‘skyline’ de la ciudad a vista de pájaro desde la terraza de la azotea del hotel, un lugar único de la capital donde también hay una pequeña piscina y un bar con vistas a los tejados de terracota de las grandes casas vecinas. También al resto de la ciudad, claro, porque aquí el espectáculo llega hasta donde alcanza la vista.

Hotel Palacio Villapanés. Spa

Foto: Hotel Palacio Villapanés

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Observar las estrellas desde el Spa

Y de rozar el cielo ahora toca bajar hasta el sótano, donde el Palacio Villapanés esconde otro más de sus numerosos secretos: un precioso spa donde encontrar una sauna, baño de vapor, duchas de contraste y hasta pediluvio. Todo pequeño pero suficiente, todo lujoso pero relajado. Es realmente imposible pedir más.

Hotel Palacio Villapanés