Es posible que la evolución aérea no sea tan evidente desde el punto de vista del pasajero, pero los cambios en aviación en los últimos años han sido muy significativos: la mejora de la eficiencia del combustible, disminución de ruido, nuevos diseños de cabinas y, cómo no, todo lo que concierne al lujo, se han convertido en los grandes tótems aéreos. ¿Qué depara al mundo de la aviación en los próximos años? Tal vez no resulte tan complicado averiguarlo.
Dos son las palabras que más resuenan en la aviación del futuro: tecnología y sostenibilidad. Comenzando por este último y tras la presión mediática de concienciación sobre el cambio climático, sin mencionar el movimiento de "vergüenza de volar", parece que las aerolíneas son hoy más conscientes que nunca de la emisión de carbono, lo que les ha llevado a tomar medidas, algunas precipitadas y otras necesarias, para convertirse en una industria más sostenible. Cabe destacar que si la industria de la aviación fuera un país, se ubicaría entre los 10 principales emisores de dióxido de carbono (CO₂) del mundo. Las emisiones de la aviación han aumentado en un 70% desde 2005, y a medida que crece la demanda en los países ricos y pobres, se prevé que aumenten entre un 300% y un 700% para 2050. Algo que, según los expertos, el planeta no podría soportar.