De la montaña al mar

Diez hoteles en Cantabria donde desconectar y reconectar

Estos diez establecimientos rurales combinan una ubicación aislada y tranquila con el encanto de un entorno natural privilegiado.

Una escapada a Cantabria siempre es un buen plan. Tan sólo hay que echar un vistazo a su gran patrimonio histórico artístico, a su rica gastronomía con productos de la tierra y a su espectacular entorno para llenar la maleta de estímulos y, sobre todo, de ganas de viajar y de vivir experiencias. Con estas promesas en la brújula, solo queda elegir entre estos diez hoteles, rodeados de verde, para recorrer un territorio más heterogéneo de lo que parece. 

Cantabria

 

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Posada La Cotia, Helguera de Reocín

Foto: Posada La Cotía / Rusticae

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Posada La Cotía, en el Valle de Reocín

En la que fuera la casa parroquial del Valle de Reocín, una casona del 1860, se encuentra la Posada Rural La Cotía. Rodeado del verde intenso típico de Cantabria, este pequeño hotel rural ofrece alojamiento en sus diez habitaciones. Las estancias, con vistas a los jardines, son acogedoras y llenas de encanto, con paredes de piedra y vigas en un techo abuhardillado y con claraboyas desde las que observar las estrellas. Los propietarios han pretendido rendir homenaje a la mitología cántabra, de tal modo que las estancias llevan nombres de seres como Anjana, hada responsable de todo lo bueno que les pasa a los montañeses, o Lantarón, el rey del mar Cantábrico. El desayuno es cosa seria en la Posada la Cotía que, cuando el tiempo lo permite, se goza relajadamente en el jardín. 

A sólo cinco kilómetros del hotel se encuentra el pueblo medieval de Santillana del Mar. Cerca de la posada también está Comillas, a orillas del mar y con un importante patrimonio modernista, como El Capricho, de Antoni Gaudí. 

Posada Valle del Oso (Lerones)

Foto: Posada Valle del Oso

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Posada Valle del Oso, en la comarca de Liébana

Con el Parque Nacional de los Picos de Europa en la puerta, como quien dice, la Posada Valle del Oso es un hotel rural emplazado en el pueblo de Lerones, en la comarca de Liébana. El descanso está garantizado en cualquiera de las quince habitaciones que ofrece este alojamiento. Muy acogedoras y amplias, algunas de ellas tienen terraza, pero todas gozan de unas vistas fabulosas. Según la habitación escogida, la panorámica discurre por las cumbres del Pico San Carlos, del Samelar y del Junciana, por el Valle de Pesaguero o por los Picos Corzina y del Diego. En resumen, un espectáculo natural que forma parte de la experiencia de alojarse en la Posada Valle del Oso. Sin desmerecer al desayuno casero a base de productos de la "terruca" y a una piscina exterior donde refrescarse en verano. 

El hotel está emplazado en un estupendo lugar desde donde emprender visitas y excursiones, como el pintoresco pueblo montañés de Potes. Aquí, resulta indispensable degustar la gastronomía típica del lugar, como el cocido lebaniego, las carnes de jabalí y corzo, o las truchas y salmones del río Deva. 

Helguera Palacio Boutique Antique

Foto: Helguera Palacio Boutique Antique

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Helguera Palacio Boutique Antique, en los Valles Pasiegos

El hotel Helguera Palacio Boutique Antique, un proyecto muy personal de la interiorista Malales Martínez Canut, ocupa un palacio del siglo XVII ubicado en plenos Valles Pasiegos. El hotel, el primer establecimiento de Cantabria en formar parte de la exclusiva asociación Relais & Châteaux, cuenta, además, con una peculiaridad muy especial y es que todas las antigüedades que se ven están a la venta. Sus once habitaciones ostentan una decoración cuidada al milímetro y mucha personalidad, empezando por sus nombres, que toman de nobles y aristócratas como las suites Regente Gabriel Ciscar o Virreina de Nueva España. Más detalles especiales: sábanas de algodón egipcio efecto seda que visten unas camas con colchones de lana hechos a mano, carta de almohadas o las amenities orgánicas 100% naturales de la marca PerPurr. Una piscina climatizada con unas vistas fabulosas, y para colmo de excentricidad, con una chimenea; un gimnasio con máquinas de estilo vintage y un espacio wellness con todo lujo de detalles, completan la estancia en el hotel, dirigido exclusivamente al público adulto. La gastronomía cántabra también tiene su espacio en el restaurante Trastámara. 

El hotel se encuentra a poca distancia de lugares de visita imprescindible, como las cuevas prehistóricas de Puente Viesgo: El Castillo, Las Chimeneas, La Pasiega, Las Monedas y La Flecha.

Hotel Palacio Torre de Ruesga (Valle de Ruesga)

Foto: Hotel Palacio Torre de Ruesga

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Hotel Palacio Torre de Ruesga, en el Valle de Ruesga

El hotel Palacio Torre de Ruesga ocupa un precioso palacio construido en 1610 en el pueblo de Valle, junto al Parque Natural Collados del Asón. Cuenta con dieciocho habitaciones, incluyendo varias suites, algunas de ellas con acceso directo al jardín. Destacan especialmente las suites ubicadas en las torres del palacio, unas habitaciones dúplex con mucho encanto, con paredes de piedra y techos de madera. En todas las suites, la estrella es una gran bañera de hidromasaje con iluminación LED. Situado en un magnífico entorno, el río Asón discurre junto al hotel, en el que también ofrece a sus huéspedes una piscina exterior y un spa. 

Desde el Palacio Torre de Ruesga, a menos de una hora de distancia, se puede visitar la villa marinera de Santoña, reconocida por sus famosas anchoas. Sin salir del municipio, también es interesante recorrer el Parque Natural de las Marismas, con hasta 130 especies distintas de aves. 

Castilla Termal Solares (Solares)

Foto: Castilla Termal

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Castilla Termal Solares, en Medio Cudeyo

En un bello edificio de estilo Belle Epoque, que a principios del siglo XX se convirtió en la primera estación balnearia de Cantabria, se encuentra el hotel Castilla Termal Solares. Este alojamiento, que resulta perfecto para una estancia familiar, cuenta con 113 habitaciones, muy amplias y con unos grandes ventanales. Algunas de ellas también tienen balcón o terraza. Quien se aloja en el Castilla Termal Solares ya sabe a lo que viene, y es que sus aguas mineromedicinales, provenientes del manantial de Fuencaliente, son muy apreciadas. Además del circuito de aguas y la piscina termal, donde los pequeños de la casa también tienen su momentazo en el Balnea infantil, las preciadas aguas del manantial también se disfrutan en la gran piscina exterior del hotel. 

Santander y sus playas se encuentran a pocos kilómetros del hotel. El Parque de la Naturaleza de Cabárceno, perfecto para una jornada en familia, también está cerca del Castilla Termal Solares.  

 

El Jardín de Carrejo (Carrejo, Cabezón de la Sal)

Foto: El Jardín de Carrejo / Rusticae

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El Jardín de Carrejo, en Cabezón de la Sal

En el centro de un bello jardín de 3 hectáreas con hasta 85 especies diferentes de árboles, se encuentra el hotel El jardín de Carrejo, miembro del Club de Calidad de Cantabria y del club Rusticae. Este alojamiento rural, que ocupa un bello edificio de piedra de 1881, cuenta con doce habitaciones, con dos junior suites y dos suites en el jardín. Algunas de las estancias tienen terraza, y todas ellas disfrutan de vistas al jardín. 

El Jardín de Carrejo, con una ubicación privilegiada entre el Valle de Cabuérniga y el Parque Natural Saja-Besaya, se encuentra también a tiro de piedra de San Vicente de la Barquera y de Comillas. Cerca del pueblo de Cabezón de la Sal se puede pasear por un bosque muy especial: el Monumento Natural de las secuoyas del Monte Cabezón, con unos 850 ejemplares de "secuoyas bebé" que tienen una altura media de 40 metros. 

Casona Azul (Corvera de Toranzo)

Foto: Casona Azul

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Casona Azul de Corvera, en el Valle de Toranzo

El hotel rural La Casona Azul de Corvera ocupa un palacio indiano construido en 1883, rodeado de un jardín en el que habita una centenaria palmera traída de América. Sus nueve habitaciones, con una decoración muy acogedora y con vistas al jardín, cuentan con biblioteca y revistas. El desayuno, elaborado de manera artesanal con dulces tradicionales y pan casero está incluido con la estancia en el hotel. 

A unos tres kilómetros de La Casona Azul se encuentra el pueblo de Puente Viesgo, donde se puede visitar el yacimiento arqueológico de la Cueva del Castillo, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, y sus pinturas rupestres del paleolítico. 

Casa del Marque´s (Santillana del Mar)

Foto: Casa del Marqués

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Casa del Marqués, en Santillana del Mar

En el bello núcleo medieval de Santillana del Mar se encuentra el hotel Casa del Marqués, en la que fue la residencia del primer marqués de Santillana. Esta casona del siglo XV rodeada de un frondoso jardín con rincones llenos de encanto, ofrece alojamiento en sus trece habitaciones, de diferentes categorías y distintas entre sí, alguna cuenta con techos con buhardilla, otras con balcón o terraza. 

Situado en el centro de Santillana del Mar, este hotel se revela como un perfecto punto de partida para recorrer este pueblo medieval. El Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira es otra visita indispensable desde Casa del Marqués. 

Camino Real (Selores)

Foto: Camino Real

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Camino Real, en el valle de Cabuérniga

En una casona señorial del siglo XVII se encuentra el hotel rural Camino Real, en Selores. El alojamiento tiene 25 habitaciones, entre las que se cuentan siete junior suites y suites, todas con cama king-size y con bañera redonda de hidromasaje en muchas de ellas. La decoración de cada una de las habitaciones parte de un color como inspiración que, además, les da nombre, como la Roja, la Añil o los Blancos. 

Con el frondoso Valle de Cabuérniga como telón de fondo, el hotel Camino Real queda cerca de lugares muy interesantes para visitar, como la Castañera de Terán, con árboles centenarios, o el conjunto histórico-artístico de Carmona, en el Valle del Nansa. Imprescindible también visitar el precioso pueblo de Bárcena Mayor, desde 1979 Conjunto Histórico Artístico.

El rincón de Doña Urraca

Foto: El rincón de Doña Urraca

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El rincón de Doña Urraca, en el Valle de Anievas

El Rincón de Doña Urraca es un coqueto hotel rural en el que Yolanda y Alfredo, sus propietarios, ponen el alma para que los huéspedes se sientan como en casa. La posada cuenta con doce habitaciones con mucho encanto, con una decoración con detalles que las hacen únicas. En los jardines que rodean el hotel se encuentra en fantástico estado uno de los pocos hórreos montañeses que se conservan. 

El Valle de Anievas, donde se emplaza el Rincón de Doña Urraca, está a poca distancia de lugares que merecen una visita, como el Parque de la Naturaleza de Cabárceno o, si se viaja en invierno, la estación de esquí Alto Campoo. Cerca del hotel, paseando por el municipio de Arenas de Iguña se pueden contemplar varias casonas de los siglos XVII y XVIII, incluyendo una de las pocas casas góticas de Cantabria.