Solía decir Sergio Pitol que durante muchos años de su vida sintió el viaje y la lectura como una misma experiencia, que el viaje le permitía transitar por el mundo visible, descubrir lugares maravillosos o siniestros pero todos sorprendentes, mientras que la lectura le abría mundos interiores. Hay lectores así en los que el viaje y la lectura se funden y no entienden uno sin el otro pues se retroalimentan virtuosamente. Y luego hay otro tipo de viajeros como el Duque des Esseintes, el protagonista de la novela A contrapelo, de J. K. Huysmans (1884).
El Duque des Esseintes se pasa los días en la cama, consagrado al estudio en soledad, cuando le sobreviene al leer a Dickens un intenso deseo de romper su rutina doméstica, hacer las maletas e irse de viaje a Londres: vivir en el mundo visible aquello que estaba experimentado en las páginas del libro. Así pues, lo prepara todo y se dirige a la estación del tren, deteniéndose primero en una librería, donde compra una guía de la ciudad, y luego en una taberna. Allí lee algunos fragmentos de la guía que le transportan efectivamente a Londres. El ambiente del bar, frecuentado por parroquinaos ingleses y la cerveza ayudan a la ensoñación. Sin embargo, al aproximarse el momento de subir al tren y cumplir con su anhelo viajero decide quedarse, piensa que el viaje será demasiado agotador para él, que tendrá que soportar el frío y las colas y que, en definitiva, “¿para qué moverse cuando uno puede viajar tan magníficamente sin tener que levantarse de la silla?”.
Se puede ser de un tipo o de otro, o bien lectores a lo Pitol o bien viajeros a lo Esseintes. Tal vez durante una época de la vida apetezca ser más de uno que de otro o, incluso, puede suceder que con el invierno apetezca meterse en la cama a lo Esseintes y que con el buen tiempo se prefiera parecerse más a un Pitol. Sea como sea, lo que está claro es que las siguientes novedades editoriales cumplirán con cualquier deseo viajero este invierno.